Colocando Semillas: El Impacto de la Dieta y las Diferentes Tácticas de Defensa de los Animales
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Antecedentes
Existen muchos enfoques de defensa diferentes dentro del movimiento de protección de los animales, desde hablar con conocidos sobre el sufrimiento de los animales, hasta compartir publicaciones en las redes sociales o protestar en espacios públicos. En la actualidad, no comprendemos del todo cómo estos enfoques afectan el comportamiento, las creencias y la actitud de las personas hacia los animales de granja, o qué tan comunes son.
Realizamos dos estudios en EE.UU. para abordar este tema de la forma más completa y precisa posible. El primero fue una encuesta retrospectiva. Ésta exploraba las experiencias de las personas con diferentes tipos de defensa de los animales en los últimos cinco años y medía su comportamiento y actitudes actuales. Esto nos indica qué tan común es la defensa de los animales desde la perspectiva de la persona media y si la experiencia previa de ésta se asocia con cambios positivos de comportamiento y actitud hacia los animales de granja a largo plazo. Sin embargo, no podemos asumir necesariamente que la defensa de los animales haya causado esos comportamientos y actitudes a partir de un estudio como este. Para evaluar la percepción de las personas sobre lo que es más impactante, también les preguntamos directamente si su experiencia más reciente con la defensa de los animales cambió alguno de sus hábitos.
El segundo estudio fue un experimento que nos permite estar más seguros sobre la dirección causal (es decir, si la defensa de los animales provocó cambios de comportamiento y actitud, o si las personas con comportamientos o actitudes a favor de los animales buscaron la defensa). En este caso, investigamos el impacto de muchos tipos de defensa de los animales frente a una condición de control en el comportamiento y actitudes inmediatas de las personas hacia los animales de granja.
El objetivo final de este proyecto era estimar qué tan exitoso es cada tipo de defensa tanto a corto como a largo plazo. Mientras que la encuesta retrospectiva nos proporciona una valiosa información sobre lo que la gente cree que les hizo cambiar su comportamiento y nos permite considerar una gama más amplia de tipos de defensa, el experimento proporciona pruebas más sólidas sobre si la defensa de los animales cambia realmente el comportamiento, en un entorno controlado con menos probabilidades de sesgo.
Conclusiones Principales
- Los artículos de noticias y las publicaciones en las redes sociales redujeron el consumo de productos de origen animal autodeclarado en las personas que se identifican como parte de un grupo que evita la carne, pero no en los consumidores de carne completos (omnívoros). Las personas que evitan la carne (reducetarians, pescetarianos y vegetarianos) reportaron entre 1,3 y 2,3 raciones semanales menos de productos de origen animal después de haber leído un artículo en las redes sociales o un artículo de prensa sobre el bienestar de los animales de granja, en comparación con los del grupo de control. Las dietas de los consumidores de carne no se vieron afectadas por estas formas de defensa de los animales.
- Las protestas mostraron efectos contraproducentes inconsistentes, pero preocupantes, tanto para los consumidores de carne como para los que la evitan, y las protestas disruptivas causaron más problemas. En promedio, los consumidores de carne reportaron 0,6 raciones semanales más de productos de origen animal después de haber presenciado una protesta disruptiva, en comparación con los del grupo de control. Ni las protestas disruptivas ni las no disruptivas tuvieron ningún efecto sobre el apoyo general de los consumidores de carne al bienestar de los animales de granja ni sobre la disposición a firmar una petición de bienestar. Además, aunque los consumidores de carne tienden a apoyar más las mejoras en el bienestar (el 71% del grupo de control firmó una petición de bienestar), un número significativamente menor de consumidores de carne (44-50%) firmó la petición después de haber presenciado una protesta disruptiva o no disruptiva. Las protestas tampoco tuvieron ningún efecto en la dieta de los que evitan la carne ni en el apoyo general al bienestar de los animales de granja. Discutimos las posibles razones de los efectos contraproducentes en la sección de Conclusiones Generales del informe.
- El hecho de que una persona sea carnívora o que evite la carne también influye en cómo responde a la defensa de los animales, lo que a su vez predice su probabilidad de asumir un compromiso dietético y de firmar una petición. Como era de esperar, los consumidores de carne fueron más propensos que los que la evitan a enfadarse en respuesta a la defensa de los animales, a percibirla como más pretenciosa y engañosa, y menos clara, atractiva e informativa. A su vez, las personas que reaccionan de manera más negativa son las menos propensas a firmar una petición de apoyo a las mejoras del bienestar y a asumir un compromiso de dieta. Véase la Recomendación Nº 6 para saber cómo los defensores pueden tener en cuenta estas reacciones al diseñar sus tácticas de defensa de los animales.
- La información educativa sobre las etiquetas de bienestar animal no cambió la intención de compra de los productos de origen animal con o sin etiqueta de bienestar. Habíamos sospechado que la información educativa sobre el significado de las etiquetas de bienestar podría aumentar la intención de compra de los productos que las llevan, y disminuir la de los que no las llevan. Sin embargo, las intenciones de compra de los consumidores de carne y de los que la evitan que leyeron la información educativa no fueron diferentes de las del grupo de control.
- El apoyo de la gente para firmar una petición sobre el bienestar estuvo influenciado por la especie a la que se dirigía. Los participantes fueron menos propensos a firmar una petición de apoyo a las mejoras del bienestar de los peces (45% de los participantes en la condición de peces) en comparación con una sobre los animales de granja en general (52% de los participantes en la condición de mezcla de animales de granja).
- El 41% de los individuos que habían experimentado la defensa de los animales afirmó que les había inducido a reducir su consumo de productos de origen animal, con tasas alrededor del 24% en el caso de respaldo de las celebridades y el 72% en el caso de la lectura de un libro sobre el sufrimiento de los animales. Hubo un número de afirmaciones igualmente elevado y amplios rangos para otros efectos. En general, los libros, los retos de evitar la carne, la educación en las aulas de clases y los documentales parecían ser los más eficaces según la autoevaluación. Sin embargo, es probable que estos porcentajes estén sustancialmente inflados porque los participantes tuvieron que recordar sus experiencias de defensa de los animales para reportar sus efectos. En el caso de experiencias como los libros y los retos, los porcentajes también pueden ser mayores porque la gente debe elegir comprometerse con ellos (véase la pestaña de Conclusiones en el Estudio 1). Estos resultados son más útiles para proporcionar una idea aproximada de la eficacia relativa de las diferentes tácticas de defensa de los animales en circunstancias óptimas con un público comprometido.
- Los distintos métodos de defensa de los animales tuvieron una eficacia similar entre todos los grupos raciales y étnicos, pero algunas diferencias de base apuntan a la necesidad de un conocimiento más profundo. Nuestro experimento no encontró evidencias de que la eficacia relativa de los distintos métodos de defensa de los animales fuera diferente para los participantes negros (n = 170 participantes) o hispanos/latinos (n = 180), por lo que las recomendaciones que se exponen a continuación se aplican también a los defensores que trabajan en esas comunidades. Sin embargo, los defensores deben tener en cuenta algunas diferencias de base: los participantes hispanos o latinos mostraron varios comportamientos y actitudes pro-animales más que la media general, mientras que los participantes negros mostraron menos. Sin embargo, ambos grupos comían una cantidad de productos de origen animal similar a la de la muestra general. Estos resultados sugieren diferencias en los desafíos, las limitaciones y las oportunidades según la composición de la comunidad, pero se insta a consultar las Conclusiones Generales para ver las implicaciones más detalladas.
Recomendaciones
Para ver el conjunto completo de recomendaciones relativas a las distintas formas de defensa de los animales, por favor consulta la Tabla 7 en la pestaña de Conclusiones Generales.
- Los resultados de este proyecto apoyan principalmente el uso de dos formas de defensa: las publicaciones en las redes sociales y los artículos de noticias. Las publicaciones en las redes sociales y los artículos de noticias redujeron eficazmente el consumo de productos de origen animal autodeclarado en las personas que evitan la carne y no tuvieron efectos perjudiciales en los consumidores de carne. Además, son más fáciles de aplicar y tienen un costo menor que muchas otras estrategias, por lo que recomendamos incondicionalmente su uso. Si disminuyen los costes, las organizaciones también podrían considerar la posibilidad de dirigir los posts hacia los reducetarians y los vegetarianos, en lugar de intentar persuadir a un público general.
- También recomendamos formas de defensa de los animales que las personas del Estudio 1 describieron como modificadoras de comportamiento y que han sido respaldadas por pruebas causales en otros experimentos: la educación en el aula de clases y los retos de evitar la carne. El 58% y el 63% de nuestros participantes que habían experimentado estas formas de defensa de los animales informaron sobre una reducción del consumo de productos de origen animal, respectivamente, y otras investigaciones apoyan esta afirmación (véase la sección Conclusiones Generales).
- Recomendamos débilmente las formas de defensa que puedan tener un impacto positivo en las intenciones o creencias de los consumidores de carne, pero que no tengan ningún impacto en el comportamiento: los videos gráficos, los folletos, los videos no gráficos y los testimonios de las celebridades. Nuestro experimento no encontró ningún impacto de estas formas de defensa de los animales en el comportamiento, lo que supone una desventaja sustancial. Sin embargo, si se pueden hacer de forma rentable, influir en las intenciones o creencias de los consumidores de carne también puede ser útil, ya que los acerca un poco más al cambio de comportamiento. El impacto de estos tipos de defensa en las intenciones y creencias de los consumidores de carne fue muy variado, por lo que no hay espacio suficiente para abarcarlos de forma justa aquí. Para mayor información, por favor consulta la sección de Conclusiones Generales.
- Recomendamos tener cuidado con el uso de tipos de defensa de los animales que no han sido respaldados por datos experimentales: información educativa sobre las etiquetas de bienestar animal, documentales y vallas publicitarias. La limitada investigación experimental realizada hasta la fecha sugiere que estos tipos de defensa no influyen en el comportamiento de las personas, con algo de evidencia que sugiere un impacto positivo en las intenciones solo para los documentales y la información educativa. Pero instamos a que se realicen más investigaciones experimentales sobre estos tres tipos de defensa, ya que nuestra precaución se basa en una investigación limitada.
- La limitada evidencia de nuestros dos estudios sugiere que las protestas no son útiles y que, en algunos casos, pueden ser perjudiciales. Aunque es importante señalar que nuestros dos estudios no proporcionan una prueba definitiva de la ineficacia de las protestas (y no conocemos ninguna otra investigación experimental que las analice), nuestro experimento encontró que las protestas disruptivas aumentaron el consumo de productos de origen animal autodeclarado por parte de los consumidores de carne, mientras que tanto las protestas disruptivas como las no disruptivas dieron lugar a un menor número de firmas de petición de reformas para el bienestar animal por parte de personas que evitan la carne. La evidencia acumulada hasta la fecha -que es mínima y se beneficiaría de más estudios- nos lleva a creer que su impacto es neutral en el mejor de los casos, y negativo en el peor.
- Los defensores pueden asegurarse de que sus materiales de defensa de cualquier tipo sean lo más impactantes posible probando cómo la gente responde a ellos. En concreto, los defensores deben esforzarse por hacer que sus materiales sean informativos, atractivos y claros en cuanto al cambio de comportamiento que sugieren, ya que todas estas características estaban relacionadas con un compromiso de dieta y apoyo las mejoras del bienestar. Al mismo tiempo, los defensores deben tratar de minimizar la probabilidad de que sus materiales sean percibidos como engañosos, pretenciosos o irritantes, ya que estas respuestas hacían que la gente estuviera menos dispuesta a adoptar un comportamiento a favor de los animales. Para apoyar este tipo de pruebas, hemos incluido una sencilla encuesta e instrucciones para su uso en la pestaña de Materiales Complementarios.
- La evidencia sólida sobre el impacto de los diferentes tipos de defensa es todavía muy limitada, por lo que se necesita más investigación antes de hacer cambios importantes en las estrategias de campaña o de financiación. A lo largo del informe, hemos dado más importancia a la evidencia de cambio de comportamiento que al de intenciones o creencias, pero recomendamos que los defensores y financiadores sigan apoyando y estudiando los tipos de defensa que puedan influir positivamente en las intenciones o creencias, y que sigan estudiando todos los tipos de defensa, incluso los que parecieron tener implicaciones negativas en esta investigación. El cambio de comportamiento se produce por etapas, por lo que los tipos de defensa que solo influyeron en las creencias o las intenciones pueden desempeñar un papel importante en una larga serie de pasos hacia este cambio. Y aunque nos hemos esforzado por ofrecer recomendaciones útiles sobre todos los tipos de defensa que hemos considerado, se debe tener en cuenta que todos los estudios tienen sus limitaciones, y que ningún informe aislado debe tomarse como prueba definitiva del impacto.
Equipo de Investigación
Agradecemos a muchas personas por su apoyo y asistencia en este proyecto. Nos gustaría agradecer a los voluntarios de Faunalytics Jennifer St. Onge y Clara Sánchez, así como al antiguo Científico de Investigación de Faunalytics, Tom Beggs, por su trabajo en el diseño del estudio, y a las numerosas personas y organizaciones que revisaron el estudio y aportaron sus comentarios: el equipo de Beyond Carnism, Daisy Freund y Melissa Thibault (ASPCA), Janosch Linkersdörfer (Humane League Labs), Meghan Lowery (Greenbaum Foundation) y David Meyer (Food Systems Research Fund). Agradecemos especialmente a Ande Reisman y a EBDI Consulting por su perspicaz revisión y ayuda en la selección de los resultados. También estamos muy agradecidos con la Fundación Greenbaum por financiar esta investigación. Por último, agradecemos a todos los encuestados por su tiempo y esfuerzo.
Resumen del Método
Tipos de Defensa de los Animales
Todas las experiencias de defensa de los animales que investigamos se centraban en el sufrimiento de los animales de granja o en la reducción de la carne como mensaje central, pero variaban en su enfoque. En nuestro experimento, mantuvimos este enfoque lo más consistente posible para maximizar la comparabilidad entre las condiciones experimentales.
Se puede ver la lista de los tipos de defensa estudiados en la Tabla 1, donde también indicamos en qué estudios se incluyeron. Cabe señalar que las etiquetas veganas/vegetarianas en los productos alimentarios se incluyeron en el primer estudio para evaluar la frecuencia y el impacto de una experiencia que podría sensibilizar mínimamente sobre cuestiones de bienestar animal y que debería ser relativamente común. Aunque no lo consideramos defensa en el sentido típico, ayuda a contextualizar los demás resultados.
No todas las formas de defensa de los animales de nuestro primer estudio pudieron probarse experimentalmente en nuestro segundo estudio por razones logísticas. En concreto, los documentales, la divulgación de boca a boca, la educación en el aula de clases, los retos de evitar la carne y los libros no eran factibles en un breve experimento online. Por lo tanto, nos hemos remitido a otras investigaciones experimentales que se han centrado específicamente en estos tipos de defensa al hacer nuestras recomendaciones más arriba y las Conclusiones Generales.
Tabla 1. Tipos de Defensa de los Animales Incluidos
Todos los materiales utilizados en esta investigación están disponibles en el Open Science Framework, tanto para nuestro estudio retrospectivo como para nuestro experimento.
Estudio 1: Estudio Retrospectivo
Método
Nuestro primer estudio examinó las relaciones entre la defensa de los animales, el comportamiento y las actitudes utilizando un método retrospectivo de autoevaluación.
La encuesta iniciaba con preguntas sobre el comportamiento y actitudes actuales de los participantes hacia los animales, seguidas por preguntas sobre si los participantes habían experimentado algunos de los 16 tipos de defensa diferentes (véase la Tabla 1) en los últimos cinco años. Cada tipo de defensa de los animales iba acompañado de tres ejemplos para garantizar que la gente entendiera de qué estábamos hablando. En la Figura 1 se puede ver cómo se formuló esta pregunta, utilizando como ejemplo las protestas disruptivas. Puedes encontrar el conjunto completo de imágenes de ejemplo aquí.
Figura 1. Ejemplo de Pregunta de la Encuesta Sobre Una Experiencia de Defensa de los Animales
La segunda mitad de la encuesta se centró en los participantes que declararon haber experimentado al menos una de las formas de defensa de los animales. Se les preguntó si recordaban su reacción ante ésta y luego, en el caso de los que la recordaban, que indicaran su efecto en su comportamiento y actitudes. En los Materiales Complementarios se pueden encontrar más detalles sobre el procedimiento del estudio.
Se deben tener en cuenta tres cosas sobre este estudio:
- Si los porcentajes del impacto de la defensa en las mediciones de los resultados parecen elevados, debe tenerse en cuenta que éstos están basados en autoevaluaciones sobre si una experiencia afectó, al menos moderadamente, el comportamiento o la actitud de la persona, y que la gente no siempre es buena recordando o interpretando su propio comportamiento pasado, por lo que los porcentajes pueden estar inflados.
- Los porcentajes también pueden parecer elevados, ya que se basan en los participantes que recordaban sus experiencias con la defensa de los animales (con lo que se excluyen las personas que pueden no haber sido impactadas por la defensa, pero que no podían recordarlo).
- Por ello, estos resultados son más útiles para comparar la eficacia de diferentes tácticas de defensa en circunstancias óptimas con un público comprometido.
Muestras y Representatividad
El tamaño final de la muestra fue de 4.155 tras la depuración de los datos (véase el Material Complementario para más detalles), con 2.156 (52%) completando las preguntas sobre sus respuestas a una experiencia de defensa de los animales. El margen de error general de la encuesta fue del 1,5% para las preguntas que se hicieron a toda la muestra y del 2,1% para las preguntas que solo se hicieron a los que habían tenido una experiencia con la defensa de los animales.
Para garantizar que esta muestra fuera lo más representativa posible de la población estadounidense, ponderamos los resultados descriptivos, comparando la muestra completa con los datos demográficos de la población estadounidense en cuanto a género, edad, ingresos, región y raza/etnia. Sin embargo, estas ponderaciones no cambiaron sustancialmente la mayoría de los datos demográficos, por lo que no utilizamos la ponderación para ninguna de las estadísticas inferenciales (por ejemplo, las pruebas t y las pruebas chi al cuadrado) para evitar introducir fuentes de error adicionales.
Participantes Negros e Hispanos o Latinos
Nuestro registro previo también tenía objetivos de tamaño mínimo de muestra para los participantes negros e hispanos o latinos, cuyo objetivo era proporcionar datos para apoyar el trabajo con estas comunidades marginadas que suelen estar poco representadas en las investigaciones. En general, nuestra muestra incluía 306 participantes negros y 288 hispanos o latinos, aunque lamentablemente las proporciones que recordaban y respondieron a las preguntas sobre sus encuentros recientes con defensas de los animales eran bastante bajas: el 45% de los participantes negros y el 59% de los hispanos o latinos completaron esas preguntas.
Para los participantes hispanos o latinos, el margen de error general de la encuesta fue del 5,8% para las preguntas que se hicieron a todos los participantes hispanos o latinos y del 9,9% para las preguntas que solo se hicieron a los que habían experimentado la defensa de los animales.
En el caso de los participantes negros, el margen de error general de la encuesta fue del 7,4% para las preguntas que se hicieron a todos los participantes negros y del 11,0% para las preguntas que solo se hicieron a los que habían experimentado la defensa de los animales.
Hay más variación debido al menor tamaño de las muestras en comparación con los análisis de la población general. Por ello, las estimaciones presentadas para los grupos de negros e hispanos o latinos no son tan precisas como las estimaciones de la muestra completa. Tampoco hemos hecho la corrección para pruebas múltiples como hicimos con los análisis de la población general, debido al menor tamaño de las muestras.
Resultados
El registro previo de este estudio, los instrumentos de la encuesta, el código de análisis y los datos están disponibles en el Marco de la Ciencia Abierta.
En los gráficos con barras de error, éstas representan los intervalos de confianza (IC) del 95%.
Además, al leer los resultados que aparecen a continuación, se debe tener en cuenta que nuestras conclusiones principales y recomendaciones se basan en los resultados de ambos estudios.
Frecuencia de la Experiencia de la Defensa de los Animales
Muestra Completa de Participantes
Dejando a un lado las etiquetas veganas o basadas en vegetales, que se incluyeron como punto de referencia de no defensa y que habían sido experimentadas por el 83% de la población estadounidense, la forma de defensa de los animales más experimentada fue la lectura de un artículo de prensa sobre el sufrimiento de los animales de granja o la reducción de la carne (59%), seguida de la educación sobre las etiquetas de bienestar animal en los productos de origen animal (52%), y las publicaciones en las redes sociales o blogs sobre la reducción de la carne o el sufrimiento de los animales de granja (51%).
Figura 2. Porcentaje de la Población Estadounidense Que Ha Experimentado la Defensa de los Animales
También preguntamos a los participantes si recordaban su reacción ante la defensa de los animales que habían experimentado, y de ser así, cómo llegaron a experimentarla (por ejemplo, buscándola intencionadamente o encontrándola por casualidad). Estos resultados son menos importantes para el informe y pueden encontrarse en los Materiales Complementarios.
Participantes Negros
Los participantes negros tuvieron tasas de experiencia de defensa de los animales similares a las de la muestra general, y los artículos de prensa fueron también la forma de defensa de los animales más experimentada, como se muestra en el siguiente gráfico.
Figura 3. Porcentaje de Participantes Negros Que Han Experimentado la Defensa de los Animales
Participantes Hispanos o Latinos
Al igual que en la muestra general, los artículos de noticias fueron la forma de defensa de los animales más experimentada por los participantes hispanos o latinos. Pero las tasas de experiencia de algunas formas de defensa fueron sustancialmente más altas en los participantes hispanos o latinos que en la muestra general, incluyendo la divulgación boca a boca, las protestas no disruptivas, los documentales, los folletos y los libros (véase la Figura 4).
Figura 4. Porcentaje de Participantes Hispanos o Latinos Que Han Experimentado la Defensa de los Animales
Eficacia de las Diferentes Formas de Defensa de los Animales
En esta sección, mostramos el porcentaje de participantes que declararon que la experiencia reciente de defensa de los animales les había hecho cambiar su comportamiento o actitudes. La mayoría de los resultados se midieron en una escala Likert de 5 puntos que iba de “nada” a “extremadamente”. La excepción fue una pregunta sobre si la experiencia hizo que la gente fuera más o menos compasiva por el sufrimiento de los animales, que tenía opciones de respuesta que iban de “mucho menos compasivo” a “mucho más compasivo”, con “ningún efecto” en el punto medio.
Comparamos los promedios de estas escalas entre todos los tipos de defensa (comparaciones de medias por pares) para sacar conclusiones aproximadas sobre qué formas eran más eficaces o ineficaces según quienes las habían experimentado. Sin embargo, la falta de resultados significativos al comparar los tipos de defensa entre los participantes negros e hispanos o latinos podría reflejar el menor tamaño de sus muestras.
Nota metodológica: de acuerdo con nuestro registro previo, los valores p no se ajustaron aquí, por lo que los resultados se utilizan solo para destacar los patrones principales. Las comparaciones por pares para los participantes negros e hispanos o latinos solo se realizaron si había datos suficientes (n = 30) sobre al menos dos tipos de defensa por escala. Por ello, los resultados de los participantes negros e hispanos o latinos excluyen cinco formas de defensa debido a la insuficiencia de datos: libros, educación en el aula de clases, folletos o volantes, protestas disruptivas y protestas no disruptivas. Los valores P de todas las comparaciones por pares se encuentran en los Materiales Complementarios.
Reducir el Consumo de Productos de Origen Animal
Muestra Completa de Participantes
En general, el 41% de las personas que habían experimentado la defensa de los animales dijeron que les había hecho reducir su consumo de productos de origen animal. Como se muestra en el siguiente gráfico y se apoya en las comparaciones de medias por pares (ps <0,05), los tipos de defensa de los animales de larga duración (libros, retos de evitar la carne, educación en el aula de clases y documentales) fueron descritos por los encuestados como los más eficaces para reducir el consumo de carne.
Por el contrario, solo una cuarta parte de las personas declararon haber reducido el consumo de productos de origen animal gracias al testimonio de celebridades y a los anuncios/vallas publicitarias. Las comparaciones por pares también revelaron que eran significativamente menos eficaces que la mayoría de los demás tipos de defensa (ps <0,05).
Figura 5. Consumo de Productos de Origen Animal
Participantes Negros
Al igual que en la muestra general, los tipos de defensa de larga duración -documentales y retos de evitar la carne- ocuparon los primeros puestos. Pero los documentales solo fueron significativamente diferentes con respecto a los testimonios de celebridades y las vallas publicitarias en las comparaciones de medias por pares (ps <0,05). Además, los retos de evitar la carne fueron significativamente diferentes con respecto a los testimonios de celebridades, las vallas publicitarias, los artículos de noticias, las publicaciones en las redes sociales y la información educativa sobre las etiquetas de bienestar (ps <0,05).
También surgieron algunas diferencias clave con respecto a la muestra general. Los participantes negros eran sustancialmente más propensos a decir que habían reducido el consumo de productos de origen animal en respuesta a la defensa, sobre todo en lo que respecta a la divulgación boca a boca, los videos gráficos, los videos no gráficos, las publicaciones en redes sociales o blogs, los artículos de noticias y la información educativa sobre las etiquetas de bienestar, como puede verse en el siguiente gráfico.
Figura 6. Reducción del Consumo de Productos de Origen Animal en los Participantes Negros
Participantes Hispanos o Latinos
Al igual que la muestra general, la mayoría de los participantes hispanos o latinos también señalaron que los documentales y los retos de evitar la carne les habían hecho reducir su consumo de productos de origen animal. Pero, a diferencia de la muestra global, los videos no gráficos fueron la forma de defensa que menos señalaron los participantes hispanos o latinos como motivo de su reducción de consumo de productos de origen animal (aunque la diferencia solo fue estadísticamente significativa en comparación con los documentales, probablemente debido al pequeño tamaño de la muestra).
También surgieron algunas diferencias clave con respecto a la muestra general. Como se muestra en la Figura 7, un mayor número de participantes hispanos o latinos declaró haber reducido su consumo de productos de origen animal después de haber visto anuncios/vallas publicitarias, testimonios de celebridades, artículos de prensa, publicaciones en redes sociales o blogs, e información educativa sobre las etiquetas de bienestar, en comparación con la muestra general.
Figura 7. Reducción del Consumo de Productos de Origen Animal en los Participantes Hispanos o Latinos
Prestar Más Atención a las Etiquetas de Bienestar
Muestra Completa de Participantes
En general, el 45% de los individuos que habían experimentado alguna forma de defensa de los animales dijo que ésta les había hecho prestar más atención a las etiquetas de bienestar animal. Los libros y la educación en el aula de clases fueron los más eficaces en este caso, mientras que los testimonios de celebridades y los anuncios/vallas publicitarias fueron los menos eficaces, como se muestra en el siguiente gráfico. Esto fue respaldado por la mayoría de las comparaciones por pares (ps <0,05).
Figura 8. Atención a las Etiquetas de Bienestar Animal
Participantes Negros
Al igual que en la muestra general, los documentales resultaron más eficaces que los testimonios de celebridades y las vallas publicitarias para aumentar la atención a las etiquetas de bienestar animal entre los participantes negros (ps <0,05). Sin embargo, las tasas de participantes negros que informaron de un aumento de la atención a las etiquetas de bienestar animal fueron sustancialmente mayores que las de la muestra general al experimentar algunas formas de defensa, incluidos los documentales y los videos no gráficos, como puede verse en la figura siguiente.
Figura 9. Atención a las Etiquetas de Bienestar Animal en los Participantes Negros
Participantes Hispanos o Latinos
Al igual que la muestra general, los retos de evitar la carne y los documentales fueron más eficaces que los testimonios de celebridades para aumentar la atención a las etiquetas de bienestar animal entre los participantes hispanos o latinos (ps <0,05). Sin embargo, los participantes hispanos o latinos declararon haber iniciado a prestar más atención a las etiquetas de bienestar animal que la muestra general después de haber experimentado los retos de evitar la carne, los anuncios/vallas publicitarias y testimonios de celebridades, como puede verse en el siguiente gráfico.
Figura 10. Atención a las Etiquetas de Bienestar Animal en los Participantes Hispanos o Latinos
Buscar Más Información Sobre el Bienestar de los Animales de Granja
Muestra Completa de Participantes
En general, el 58% de las personas que habían experimentado alguna forma de defensa de los animales dijeron que esto les había hecho buscar más información sobre el bienestar de los animales de granja. Las formas de larga duración de defensa de los animales se consideraron las más impactantes: en concreto, los libros, la educación en el aula de clases y los documentales. Los testimonios de celebridades fueron descritos como los de menor impacto, como se muestra en el gráfico siguiente y se apoya en la mayoría de las comparaciones por pares (ps <0,05).
Figura 11. Búsqueda de Información Sobre el Bienestar de los Animales de Granja
Participantes Negros
A diferencia de la muestra general, la mayoría de los participantes negros indicaron que los videos no gráficos les habían hecho aumentar su búsqueda de información sobre el bienestar de los animales de granja, mientras que la información educativa sobre las etiquetas de bienestar era uno de los tipos de defensa que menos aumentaba la búsqueda de información en los participantes negros, como se muestra en el siguiente gráfico. Sin embargo, las comparaciones por pares no encontraron diferencias significativas entre los videos no gráficos y las demás formas de defensa.
Además, los participantes negros presentaban tasas de búsqueda de información sustancialmente más altas que la muestra general después de haber experimentado algunos tipos de defensa, como los videos no gráficos, los retos de evitar la carne y las publicaciones en redes sociales o blogs (véase la figura siguiente).
Figura 12. Búsqueda de Información Sobre el Bienestar de los Animales de Granja en los Participantes Negros
Participantes Hispanos o Latinos
Al igual que la muestra general, los documentales resultaron más eficaces que la mayoría de los otros tipos de defensa para lograr un incremento en la búsqueda de información sobre el bienestar de los animales de granja entre los participantes hispanos o latinos (ps <0,05).
Además, los participantes hispanos o latinos presentaban índices sustancialmente más altos de búsqueda de información en comparación con la muestra general después de experimentar la mayoría de las formas de defensa, como se muestra en el siguiente gráfico.
Figura 13. Búsqueda de Información Sobre el Bienestar de los Animales de Granja en los Participantes Hispanos o Latinos
Aumentar la Compasión Por el Sufrimiento de los Animales
Muestra Completa de Participantes
En general, el 69% de los individuos que experimentaron alguna forma de defensa de los animales dijeron que les había hecho sentir más compasión por el sufrimiento animal. Sin embargo, a diferencia de los otros resultados anteriores, ver un video gráfico fue lo más eficaz en este caso, como se muestra en el siguiente gráfico y también se apoya en todas las comparaciones por pares (ps <0,05). Las formas de defensa descritas como menos efectivas para aumentar la compasión fueron las protestas disruptivas y los testimonios de las celebridades (ps <0,05).
Figura 14. Compasión Por el Sufrimiento de los Animales
Participantes Negros
Al igual que la muestra general, los videos gráficos fueron descritos como los más eficaces por los individuos negros para aumentar su compasión por el sufrimiento animal, lo que también fue apoyado por la mayoría de las comparaciones por pares (ps <0,05). Sin embargo, los índices de compasión de los participantes negros fueron sustancialmente más bajos que los de la muestra general tras experimentar algunas formas de defensa, como los retos de evitar la carne y la educación sobre las etiquetas de bienestar (véase el gráfico siguiente).
Figura 15. Compasión Por el Sufrimiento de los Animales en los Participantes Negros
Participantes Hispanos o Latinos
Al igual que la muestra general, los videos gráficos fueron descritos como los más eficaces por los individuos hispanos o latinos para aumentar su compasión hacia el sufrimiento de los animales, lo que también fue apoyado por la mayoría de las comparaciones por pares (ps <0,05). Sin embargo, los participantes hispanos o latinos presentaron índices de compasión sustancialmente más bajos después de experimentar publicaciones en redes sociales o blogs que la muestra general, como se muestra en el siguiente gráfico.
Figura 16. Compasión Por el Sufrimiento de los Animales en los Participantes Hispanos o Latinos
Enfado Con Los Defensores
Muestra Completa de Participantes
En esta pregunta se pedía a los participantes que dijeran si la experiencia de la defensa de los animales les había hecho enfadarse con los defensores (por ejemplo, con los manifestantes en las protestas, con los redactores de artículos de prensa y libros, con los organizadores de los retos de evitar la carne, etc.).
En general, el 20% de las personas que habían experimentado alguna forma de defensa de los animales dijeron que les había enfadado. Sin embargo, algunas formas de defensa de los animales causaron mucho más enfado que otras. Como se muestra en el siguiente gráfico, y también lo corroboran la mayoría de las comparaciones por pares (ps <0,05), las protestas disruptivas fueron las que causaron más enfado (49%), mientras que la educación sobre las etiquetas de bienestar fue la que menos enfado causó (8%).
Figura 17. Enfado Con Los Defensores
Participantes Negros
A diferencia de la muestra general, los retos de evitar la carne y los videos gráficos fueron los tipos de defensa que tenían más probabilidades de causar enfado entre los participantes negros, a pesar de que los videos gráficos también fueron los que causaron más compasión (véase más arriba). Aunque los retos de evitar la carne no fueron significativamente diferentes de los demás tipos de defensa, los videos gráficos obtuvieron una puntuación significativamente más alta en cuanto a causar enfado que los videos no gráficos, la divulgación boca a boca, los artículos de noticias, los documentales, los testimonios de celebridades y la información educativa sobre las etiquetas de bienestar (ps <0,05).
Además, las tasas de enfado de los participantes negros fueron sustancialmente más altas que las de la muestra general en la mayoría de las formas de defensa (véase la figura siguiente).
Figura 18. Enfado Hacia Los Defensores En Los Participantes Negros
Participantes Hispanos o Latinos
A diferencia de la muestra general, los videos gráficos fueron el tipo de defensa con mayor probabilidad de causar enfado entre los participantes hispanos o latinos, pero los videos gráficos solo obtuvieron una puntuación significativamente más alta en cuanto a provocar el enfado que los videos no gráficos, la divulgación boca a boca y la información educativa sobre las etiquetas de bienestar (ps <0,05)
Además, los participantes hispanos o latinos presentaban índices de ira sustancialmente más altos que la muestra general en la mayoría de las formas de defensa (véase la figura siguiente).
Figura 19. Enfado Hacia Los Defensores En Los Participantes Hispanos o Latinos
Estimación de la Eficacia Total
La eficacia total de las distintas formas de defensa de los animales en la reducción del consumo de productos de origen animal por parte de la población depende tanto del número de personas expuestas a ellas como del impacto que tengan en su consumo, es decir, de los dos apartados anteriores combinados.
Aunque algunos tipos de defensa pueden ser más eficaces que otros a la hora de reducir el consumo de productos de origen animal de la gente, su impacto puede verse limitado por su baja frecuencia. Tomemos como ejemplo los tipos de defensa de larga duración (es decir, libros, retos de evitar la carne, educación en el aula de clases y documentales). La mayoría de los participantes que los experimentaron redujeron su consumo de productos de origen animal, sin embargo, los experimentaron con bastante poca frecuencia, por lo que su eficacia total es baja en comparación con otras experiencias más comunes.
La figura siguiente muestra nuestras mejores estimaciones de cuántas personas en EE.UU. han sido influenciadas para reducir su consumo de productos de origen animal por cada forma de defensa de los animales que investigamos.
Este análisis multiplica el porcentaje de la población que experimentó cada forma de defensa en los últimos cinco años por el porcentaje de personas que dijeron que la experiencia provocó al menos una reducción moderada de su consumo de productos de origen animal. Este porcentaje final está representado en la siguiente figura.
Aquí vemos que los tipos de defensa de los animales de larga duración ya no son los más eficaces si tenemos en cuenta su menor frecuencia en comparación con otras formas de defensa. De hecho, estimamos que entre el 5 y el 14% de la población estadounidense diría que ha reducido su consumo de productos de origen animal como resultado de cualquiera de estos tipos de defensa, en comparación con el 23% de las personas que dirían que han reducido su consumo de productos de origen animal al leer artículos de prensa sobre la reducción de la carne o el sufrimiento de los animales de granja.
Figura 20. Porcentaje Estimado de la Población Estadounidense Que Ha Reducido Su Consumo de Productos de Origen Animal
Hay que tener en cuenta que estas estimaciones solo proporcionan una orientación general sobre la eficacia total. Por ejemplo, si bien estimamos que actualmente el 4% de la población estadounidense ha reducido su consumo de productos de origen animal debido a las protestas disruptivas, eso podría cambiar si se reasignan los recursos. Sin embargo, utilizando estas cifras podemos ver que se necesitarían muchos más fondos y recursos para poner las protestas disruptivas a la altura de los artículos de prensa que para algo como los retos de evitar la carne o los videos no gráficos.
Respuestas Abiertas
Al final de la encuesta, pedimos a los participantes que nos hablaran de las formas influyentes y no influyentes de defensa de los animales que habían experimentado; en concreto, qué aspectos les hicieron desear (o no desear) cambiar su comportamiento hacia los animales de granja. En el caso de las experiencias influyentes, también preguntamos a los participantes si hubo algo más en ese momento que hizo que esa experiencia fuera especialmente influyente para ellos (por ejemplo, si estaban con amigos y familiares, si tenían motivaciones personales, etc.). Realizamos un análisis temático de las respuestas y a continuación presentamos los temas principales.
Formas Influyentes de Defensa de los Animales
Algunas personas dijeron que el contenido gráfico sobre las condiciones de las granjas industriales (por ejemplo, videos cortos, documentales, libros, artículos y publicaciones en las redes sociales) era impactante y que conocer acerca de las condiciones de los animales de granja influyó en el cambio de su comportamiento. Sin embargo, la gente también informó que no les gustaba cuando el contenido era “demasiado” gráfico. El contenido gráfico polarizaba, y muchas personas dijeron que habían dejado de ver o participar debido a que era demasiado impactante.
Muchas de las experiencias de defensa que las personas consideraron influyentes también parecían provocar reacciones emocionales: las personas mencionaron que se sentían tristes, disgustadas o apenadas por los animales al enterarse de su sufrimiento. Al mismo tiempo, algunas personas afirmaron que les influyó la información presentada de forma más detallada y objetiva (por ejemplo, un artículo imparcial).
Los participantes también mencionaron muchos factores que, en su opinión, les habían hecho más receptivos ante los distintos tipos de defensa. Algunos de ellos fueron tener un amigo o familiar vegano o vegetariano, ser un amante de los animales, buscar mejorar su salud, probar alternativas basadas en vegetales, criar sus propios pollos y, en general, pasar tiempo con animales de granja.
Formas No Influyentes de Defensa de los Animales
La gente dijo con más frecuencia que la defensa de los animales no tenía ningún efecto en su comportamiento, frente a un efecto negativo.
Sin embargo, el contenido de Personas por el Trato Ético de los Animales (PETA) no suele gustar a la gente, lo que también puede reflejar lo conocida que es esta organización. Varias personas expresaron que pensaban que la organización era “extremista” o “molesta”, y dijeron que eso les hacía desestimar el contenido de PETA por considerarlo deshonesto o exagerado. Asimismo, algunos comentaristas describieron las protestas disruptivas como agresivas y unilaterales, lo que desanimó a los encuestados a querer participar o informarse sobre la protesta.
A muchos participantes tampoco les gustaba que las celebridades les digan lo que deben comer, señalando con frecuencia que las celebridades no tienen las mismas preocupaciones que la gente normal (por ejemplo, el costo de la comida).
Aunque algunas personas, como se ha señalado anteriormente, consideraron que el contenido gráfico era influyente, también se mencionó con frecuencia lo contrario, como que alejaba a la gente de los temas relacionados con el bienestar animal. Por ejemplo, algunos participantes afirmaron que se esforzaban por no pensar en lo que veían. Además, algunos participantes que se criaron en granjas o conocían a granjeros creían que los videos gráficos sobre el sufrimiento de los animales no son representativos de todo el sector.
Varios participantes mencionaron que los anuncios y las vallas publicitarias son fáciles de ignorar. De hecho, los anuncios y las vallas publicitarias casi nunca se mencionaron en respuesta a la pregunta sobre experiencias influyentes. También se citó como ineficaz el contenido demasiado árido (por ejemplo, sin suficientes imágenes).
Características de los Participantes
Demografía
La tabla siguiente muestra las características demográficas básicas de nuestra muestra completa. En general, nuestra muestra era más blanca que la población estadounidense y, como se mencionó anteriormente, los resultados descriptivos se ponderaron con respecto a los datos demográficos de la población estadounidense para aumentar la representatividad.
Tabla 2. Datos Demográficos de los Participantes
Dieta
En toda la muestra, la mayoría de los participantes comía carne (93%), pero el 5% se identificaba como vegetariano y el 2% como vegano.
En los Materiales Complementarios se pueden encontrar análisis adicionales que comparan la proporción de vegetarianos y veganos entre los participantes que han experimentado la defensa de los animales en los últimos cinco años y los que no.
Especismo
El especismo, que significa dar más valor a los humanos en comparación con otros animales, se midió con seis ítems creados y validados por Caviola et al. (2018), utilizando una escala Likert de 5 puntos (de 1, muy en desacuerdo, a 5, muy de acuerdo). El especismo fue relativamente bajo en toda la muestra, con una puntuación media de 2,42.
En los Materiales Complementarios se pueden encontrar análisis adicionales que comparan el especismo entre los participantes que han experimentado la defensa de los animales en los últimos cinco años y los que no.
La Protección de los Animales y el Comportamiento de los Consumidores
Preguntamos a los participantes si habían realizado acciones relacionadas con la protección de los animales y si habían tenido conductas de consumo relevantes en el último año.
En cuanto a acciones relacionadas con la protección de los animales (incluyendo una que recoge lo contrario, el daño a los animales), encontramos que de todos los participantes:
- El 14% había ido a cazar o a pescar.
- El 9% había donado a una organización que apoya a los animales de granja.
- El 8% había firmado una petición para mejorar la vida de los animales de granja.
- El 6% había boicoteado un producto o marca porque afecta a los animales o no es vegana.
- El 3% había trabajado o se había ofrecido como voluntario para una organización o campaña que apoya a los animales de granja.
En cuanto al comportamiento de los consumidores de animales, comprobamos que de todos los participantes:
- El 56% había comprado carne sin una etiqueta de bienestar como “humanitario” o “criado en pasturas”.
- El 52% había comprado huevos con una etiqueta de bienestar como “rango libre” o “sin uso de jaulas”.
- El 52% había comprado huevos sin una etiqueta de bienestar como “rango libre” o “sin uso de jaulas”.
- El 47% había comido alternativas a la carne de origen vegetal (por ejemplo, hamburguesa vegetariana, salchicha Beyond, tofu).
- El 47% había consumido productos lácteos de origen vegetal (por ejemplo, leche de avena, helado de anacardo, queso de origen vegetal).
- El 36% había comprado carne con una etiqueta de bienestar como “humanitario” o “criado en pasturas “.
- El 27% había comprado ropa que contenía un producto de origen animal (por ejemplo, cuero, lana, plumón).
- El 15% había consumido sustitutos del huevo de origen vegetal (por ejemplo, huevos Just Egg, sustitutos del huevo, revuelto de tofu).
En los Materiales Complementarios se pueden encontrar análisis adicionales que comparan estos comportamientos entre los participantes que han experimentado la defensa de los animales en los últimos cinco años y los que no.
Conclusiones
Eficacia
Las formas de defensa de los animales de larga duración, como la lectura de un libro, la participación en un reto de evitar la carne, recibir educación en el aula de clases o ver un documental, se describieron como las que tuvieron un mayor impacto positivo en los individuos que las habían experimentado. Sin embargo, estas formas de defensa fueron las que se experimentaron con menos frecuencia. A excepción de las imágenes gráficas utilizadas en los documentales, tampoco se mencionaron con frecuencia en las respuestas abiertas sobre las formas de defensa más y menos eficaces, lo que sospechamos se debe en parte a su baja frecuencia. Por otra parte, esto también puede indicar que la gente suele buscar tipos de defensa de larga duración después de decidir cambiar su comportamiento, en lugar de que esos tipos de defensa proporcionen la motivación para cambiar.
Y lo que es más importante, la eficacia total de los tipos de defensa de larga duración estaba limitada por su baja frecuencia. Estimamos que los tipos de defensa de larga duración reducen el consumo de productos de origen animal como máximo en un 5-14% de la población estadounidense en un periodo de cinco años, mientras que los artículos de noticias se estimaron que reducían el consumo de productos de origen animal como máximo en un 25%.
En particular, los participantes negros e hispanos o latinos declararon que la defensa de los animales les había hecho reducir su consumo de productos de origen animal con mucha más frecuencia que la muestra general. Por lo tanto, algunas formas de defensa de los animales parecían más eficaces para cambiar el comportamiento a corto plazo de los individuos negros e hispanos o latinos, incluidos los artículos de noticias y las publicaciones en redes sociales o blogs.
Reacciones Negativas
En general, 1 de cada 5 personas (aproximadamente el 20%) que experimentaron la defensa de los animales declaró que la experiencia les hizo enfadarse con los defensores. Aunque se trata de una proporción relativamente pequeña, cabe destacar que esto varía mucho según el tipo de defensa.
Las protestas disruptivas parecían ser las más irritantes, con 1 de cada 2 personas que las experimentaron diciendo que le hacían enfadarse con los manifestantes, y con respuestas abiertas que las describían como agresivas y que hacían que la gente se alejara de la causa. Las protestas no disruptivas, por el contrario, solo fueron calificadas como irritantes por aproximadamente 1 de cada 5 personas que las experimentaron.
También hay que señalar que los participantes negros e hispanos o latinos eran mucho más propensos a decir que las experiencias de defensa de los animales les habían hecho enfadarse, con respecto a la muestra general. Esto era cierto para la mayoría de las formas de defensa, excluyendo las protestas, los libros, la educación en el aula de clases y los folletos.
Limitaciones
Como todos los estudios, este también tiene algunas advertencias y limitaciones importantes que hay que tener en cuenta. Por todas estas razones, es importante considerar los resultados de los Estudios 1 y 2 conjuntamente, ya que sus diferentes diseños compensan en cierto modo las limitaciones del otro.
Sesgo y Error de la Autoevaluación
Este estudio se centró en las experiencias con diferentes tipos de defensa de los participantes, reportadas por ellos mismos, lo que puede haber producido una sobreestimación del impacto por diversas razones. En particular, el sesgo de auto-presentación -en el que los encuestados se presentan a sí mismos de forma más positiva que precisa- y/o el sesgo de deseabilidad social -en el que los encuestados responden a las preguntas como creen que los investigadores querrían- pueden haber exagerado la eficacia de la defensa en el comportamiento y actitudes de los participantes. Algunas de las respuestas también pueden haberse visto influidas por el sesgo de disponibilidad, una forma de error de memoria en la que las experiencias más memorables (para bien o para mal) tienen más probabilidades de ser recordadas y recogidas en el estudio.
El diseño del Estudio 2 ayuda a superar muchos de estos sesgos al utilizar un diseño experimental que compara las respuestas de los participantes en las condiciones de defensa con los participantes en una condición de control.
Estableciendo la Causalidad
En este estudio, preguntamos a las personas si la experiencia de la defensa había cambiado sus comportamientos y actitudes. Aunque es sencillo, este método conlleva todos los sesgos mencionados anteriormente, así como un problema más general conocido como la ilusión de la introspección: la gente no es muy buena para comprender las razones de su propio comportamiento. Así que, aunque la gente pueda informar que su reducción del consumo de carne fue impulsada por una experiencia de defensa concreta, no podemos estar totalmente seguros de que eso sea cierto.
El Estudio 2 también ayuda a superar esta dificultad al utilizar un diseño experimental: asignar aleatoriamente a las personas a un tipo concreto de defensa y comparar sus respuestas con las de las personas en una condición de control significa que no dependemos de la capacidad de nadie para interpretar la causa de su comportamiento; podemos observarla directamente porque el tipo de defensa es lo único que difiere entre las condiciones experimentales.
Estudio 2: Experimento
Método
El Estudio 1 es valioso para comprender la frecuencia con la que se experimentan y recuerdan las campañas de defensa de los animales, y cómo piensa y reacciona el público en general ante ellas. Sin embargo, el estudio se basó en la capacidad de los participantes de informar por ellos mismos los motivos de su comportamiento. A pesar de ello, es razonable suponer que la eficacia relativa de un tipo de defensa (tal como la describieron los participantes en el Estudio 1) en comparación con otro sería exacta, porque las limitaciones de la autoevaluación se aplican por igual a todas las preguntas. Pero se necesitan más pruebas para demostrar si alguno de estos tipos de defensa realmente suele cambiar el comportamiento, en un gran grupo de personas de la población general.
Por estas razones, diseñamos un experimento en nuestro segundo estudio. Eliminamos cualquier petición de reducir o eliminar los productos de origen animal de la dieta de las personas, para aislar e investigar el efecto del medio y no del mensaje en el cambio de comportamiento y actitud. Se asignó aleatoriamente a los participantes para que vieran una de las diez formas de defensa de los animales (véase la Tabla 1) o para estar en una condición de control en la que no se mostraba ningún tipo de defensa de los animales, sino solo una imagen básica del animal o grupo de animales en cuestión. Incluimos tres versiones de cada forma de defensa, centradas en las gallinas ponedoras, los peces o una mezcla de animales de granja (véase la Figura 21).
Cada participante vio una sola forma de defensa (por ejemplo, un artículo de prensa o un video gráfico) con un mensaje centrado en solo uno de esos grupos de animales (gallinas, peces o una mezcla de animales de granja). Antes de ver la defensa de los animales o el control, pedimos a los participantes que informaran cuántos productos de origen animal habían consumido en la última semana, como forma de tener en cuenta su consumo inicial en algunos análisis. Seguidamente, los participantes vieron la defensa o el control y respondieron a más preguntas inmediatamente después de verlo. Dos semanas después se les pidió que informaran cuántos productos de origen animal habían consumido en la última semana.
Se pueden consultar los ejemplos de los materiales experimentales en la Figura 22. Todos los estímulos experimentales están disponibles aquí, pero debe tenerse en cuenta que algunos de ellos tienen contenido gráfico o perturbador. Consulta nuestro registro previo para obtener más detalles sobre el procedimiento y los materiales.
Figura 21. Procedimiento Experimental
(haz clic aquí para ir a la versión interactiva en línea)
Figura 22. Ejemplos de Materiales Experimentales*
A) Información Educativa Sobre las Etiquetas de Bienestar Animal (Gallinas Ponedoras)
B) Publicación en las Redes Sociales (Pescado)
C) Control (Mezcla de Animales de Granja)
* Notas. Dado que estas imágenes aparecieron solo en inglés, las hemos mantenido como están.
Mediciones de los Resultados
Nuestra hipótesis era que la defensa de los animales daría lugar a resultados más positivos para los animales que la condición de control. Medimos tres comportamientos clave:
- Seguimiento del consumo de productos de origen animal (medido dos semanas después del experimento como el número de raciones consumidas de lácteos, huevos, pescado, mariscos, pollo, pavo, cerdo y ternera en la última semana);
- Intenciones activas de reducir el consumo de productos de origen animal: les preguntamos si tomarían un compromiso de dieta o no; y
- Apoyo activo a la reforma del bienestar de los animales de granja: les preguntamos si firmarían una petición o no.
Además, medimos otros resultados, como el especismo (medido en una escala de 7 puntos desde “muy en desacuerdo” hasta “muy de acuerdo”). Se debe tener en cuenta que el especismo aquí se midió de forma ligeramente diferente a nuestro primer estudio, en el que se utilizó una escala de 5 puntos, por lo que los resultados de este experimento no deben interpretarse como un mayor especismo que el del primer estudio.
También medimos las intenciones de realizar acciones de protección de los animales de los participantes (medidas en una escala de probabilidad de 11 puntos, desde “ninguna posibilidad” hasta “seguro”) preguntándoles si tenían intención de realizar alguna de las siguientes acciones durante el próximo mes (los puntos con asteriscos se consideraron negativos): buscar más información sobre el bienestar de los animales de granja; hacer un donativo a una organización que apoya a los animales de granja; boicotear una marca porque hace daño a los animales o no está libre de crueldad; trabajar o ser voluntario en una organización o campaña que apoya a los animales de granja; ir a cazar o pescar*; y comprar ropa o artículos que contengan un producto de origen animal (cuero, gamuza, plumón, piel, etc.)*.
Además, medimos la intención de los participantes de comprar los siguientes artículos la próxima vez que fueran al supermercado (medida en una escala de probabilidad de 11 puntos, desde “ninguna posibilidad” hasta “seguro”): carne con (o sin) una etiqueta de bienestar que sugiriera que los animales habían sido “criados de forma humana” o “criados en pasturas”; productos lácteos con (o sin) una etiqueta de bienestar que sugiriera que los animales habían sido “criados de forma humana” o “criados en pasturas “; y huevos con (o sin) una etiqueta de bienestar que sugiriera que los animales habían sido “criados en rango libre” o “sin jaulas”.
Igualmente, medimos las creencias de los participantes sobre los animales de granja (en una escala de 7 puntos, desde “muy en desacuerdo” hasta “muy de acuerdo”) preguntándoles si estaban de acuerdo o en desacuerdo con las siguientes afirmaciones (los puntos con asterisco se consideraron negativos): la mayoría de los animales de granja son tratados con humanidad*; comer carne contribuye al sufrimiento de los animales de granja; los animales utilizados para la alimentación tienen aproximadamente la misma capacidad de sentir dolor y malestar que los humanos; y es aceptable criar y matar animales para la alimentación*.
Por último, medimos el apoyo de los participantes al bienestar de los animales de granja (medido en una escala de 7 puntos, de “muy en desacuerdo” a “muy de acuerdo”) preguntándoles si estaban de acuerdo o en desacuerdo con las siguientes afirmaciones: las empresas deberían comprometerse a tratar bien a los animales de granja; mi gobierno debería aprobar leyes para garantizar que se trate bien a los animales de granja; mi gobierno debería aprobar leyes para garantizar que se satisfagan las necesidades de los animales de granja; y las empresas deberían comprometerse a garantizar que se satisfagan las necesidades de los animales de granja.
Muestra y Representatividad
El tamaño final de la muestra fue de 2.405 personas tras la depuración de los datos (véase el Material Suplementario para más detalles). De ellas, 2.138 (88,9%) completaron el cuestionario de seguimiento de dos semanas sobre el consumo de productos de origen animal.
La tabla siguiente muestra las características demográficas básicas de nuestra muestra, que se compararon con los valores de la población estadounidense para evaluar la representatividad. En general, nuestra muestra era algo más joven, más blanca y más femenina que la población estadounidense. También era más liberal desde el punto de vista político. Sin embargo, como el objetivo de un experimento es la comparación entre grupos y no los valores absolutos, esto no es una limitación importante del estudio. Las tasas de acciones pro-animales que observamos en este estudio son probablemente algo más elevadas que en la población general, porque las personas más jóvenes y las mujeres eran en general más pro-animales que las personas mayores y los hombres (véase la sección Efecto de las Características de los Participantes), pero esto no afecta a las diferencias cruciales entre grupos.
Tabla 3. Datos Demográficos de los Participantes
Resultados
El registro previo de este estudio, los instrumentos de la encuesta, el código de análisis y los datos están disponibles en el Marco De La Ciencia Abierta.
En los gráficos con barras de error, las barras de error representan el 95% de los IC.
Efectos de la Defensa de los Animales
Nuestros principales análisis, previamente registrados, consistieron en comparar los resultados de cada condición de defensa con los resultados de la condición de control, para ver si las personas que experimentaban la defensa de los animales se veían afectadas por ésta en alguna de nuestras mediciones de los resultados. Debido a las comparaciones múltiples, los valores p se ajustaron mediante la corrección de Benjamini-Hochberg para la tasa de falsos descubrimientos (es decir, la corrección FDR).
Sin embargo, al observar los promedios generales, prácticamente ninguna de estas comparaciones fue significativa (ps >0,10), por lo que exploramos si las dietas preexistentes de las personas influían en el impacto de la defensa de los animales.
Examinamos la dieta de los participantes de dos maneras: por nivel de consumo y por auto-identificación. Para el primer método, utilizamos el consumo inicial de productos de origen animal en porciones. Para el segundo, dividimos a las personas según su dieta reportada por ellos mismos en personas que evitan la carne (una categoría que incluye a las personas que se definen a sí mismas como reducetarians, pescetarianas y vegetarianas; el 25% de los participantes) y consumidores de carne (personas que se definen a sí mismas como omnívoras; el 75% de los participantes). Como se menciona en los Materiales Complementarios, los veganos fueron excluidos para este estudio. No se ajustaron los valores P porque se trataba de análisis exploratorios y la aplicación de correcciones al subconjunto de personas que evitan la carne (n = 605) limitaría sustancialmente nuestra capacidad de encontrar efectos útiles. En consecuencia, estos resultados deben considerarse preliminares y, preferiblemente, deben reproducirse en otro estudio.
Encontramos que los efectos de la defensa de los animales en el comportamiento no variaban en función del consumo inicial de productos de origen animal. En otras palabras, la cantidad de productos de origen animal que las personas consumía antes del experimento no influía en la eficacia de la defensa de los animales (todos los ps >0,05). Sin embargo, los efectos de algunas formas de defensa de los animales sobre la predicción del consumo de productos de origen animal y la firma de peticiones en el seguimiento variaron según la dieta reportada por los participantes.
Descubrimos que las personas que evitan la carne consumían menos productos de origen animal si leían un artículo de prensa o una publicación en las redes sociales, en comparación con las personas que evitan la carne del grupo de control (ps <0,05). Por el contrario, los consumidores de carne en la mayoría de las condiciones de defensa comían una cantidad de productos de origen animal similar a la de los del grupo de control, pero los consumidores de carne que presenciaban una protesta disruptiva comían más productos de origen animal que los del grupo de control (p <0,05), como se muestra en el siguiente gráfico.
Figura 23. Consumo de Productos de Origen Animal por Dieta Reportada por los Participantes y Tipo de Defensa
En lo que respecta al apoyo a las mejoras del bienestar, los que evitan la carne tenían menos disposición a firmar una petición si veían una protesta disruptiva o no disruptiva, en comparación con los que evitan la carne en el grupo de control (ps <0,05), como se muestra en la figura siguiente.
La firma de peticiones por parte de los consumidores de carne no se vio afectada significativamente por la defensa de los animales.
Figura 24. Petición por Dieta Reportada por los Participantes y Tipo de Defensa
La dieta no tuvo un efecto significativo sobre si la defensa influyó en que la gente tomara un compromiso de dieta (todos los ps >0,10), como se muestra en el gráfico siguiente. Sin embargo, cabe señalar que el patrón de los que evitan la carne fue similar aquí al observado en las peticiones: se tomaron menos compromisos en ambas condiciones de protesta en comparación con el control, pero las diferencias no fueron estadísticamente significativas.
Figura 25. Compromiso Dietético por Dieta Reportada por los Participantes y Tipo De Defensa
Dado que la eficacia de algunas formas de defensa de los animales variaba en función de la dieta de los participantes, reportada por ellos mismos, también exploramos si nuestras otras mediciones de los resultados diferían entre los consumidores de carne y los que la evitan. Las intenciones de tomar acciones de protección de los animales, las intenciones de compra, las creencias sobre los animales de granja, el apoyo al bienestar de los animales de granja y el especismo de las personas que evitan la carne no se vieron afectados por la defensa de los animales (todos los ps >0,10), pero algunas de estas mediciones se vieron influenciadas por la defensa de los animales en las personas que comen carne.
Los consumidores de carne que vieron un video gráfico o que leyeron un artículo de prensa mostraron más apoyo al bienestar de los animales de granja que los del grupo de control (ps <0,05), como se muestra en la Figura 26.
Figura 26. Apoyo al Bienestar de los Animales de Granja por Dieta Reportada por los Participantes y Tipo de Defensa
Además, los consumidores de carne que vieron un video no gráfico tenían más creencias positivas sobre los animales de granja que los del grupo de control (p <0,05), y los consumidores de carne que leyeron un folleto tenían más intenciones de tomar acciones de protección de los animales que los del grupo de control (p <0,05), como se muestra en las Figuras 27-28.
Figura 27. Creencias Sobre Los Animales de Granja Por Dieta Reportada por los Participantes y Tipo de Defensa
Figura 28. Intenciones de Tomar Acciones de Protección de los Animales por Dieta Reportada por los Participantes y Tipo de Defensa
Además, los consumidores de carne que vieron un video de una celebridad, gráfico, o de una protesta no disruptiva, o que leyeron un folleto, tenían menores intenciones de comprar productos de origen animal sin etiqueta de bienestar que los del grupo de control (ps <0,05), como se muestra en la Figura 29.
Figura 29. Intención de Comprar Productos de Origen Animal Sin Etiqueta de Bienestar por Dieta Reportada por los Participantes y Tipo De Defensa
El efecto de la defensa de los animales sobre la intención de comprar productos de origen animal con etiqueta de bienestar, la intención de comprar productos de origen vegetal y el especismo no varió en función de la dieta de los participantes reportada por ellos mismos, como se muestra en las Figuras 30-32.
También cabe destacar que la información educativa sobre las etiquetas de bienestar no influyó significativamente en la intención de los participantes de comprar productos de origen animal con o sin etiqueta de bienestar (ps >0,10), como se muestra en la Figura 29 y en la Figura 30.
Figura 30. Intenciones de Comprar Productos de Origen Animal Con Etiqueta de Bienestar Por Dieta Reportada por los Participantes y Tipo De Defensa
Figura 31. Intenciones de Comprar Productos de Origen Vegetal Por Dieta Reportada por los Participantes y Tipo De Defensa
Figura 32. Especismo Por Dieta Reportada por los Participantes y Tipo De Defensa
Efecto de las Especies Objetivo
También exploramos si nuestras variables de resultados se veían afectadas por la especie objeto de estudio (peces, gallinas ponedoras o una mezcla de animales de granja). Como en el caso anterior, los valores p se ajustaron mediante la corrección de Benjamini-Hochberg para la tasa de falsos descubrimientos.
Las creencias de las personas hacia los animales de granja y la acción de firmar una petición fueron los únicos resultados que se vieron afectados por la especie en cuestión. Como se muestra en los gráficos siguientes, los participantes eran menos propensos a firmar una petición si se les daba un mensaje sobre los peces, en lugar de un mensaje con una mezcla de animales de granja (p <0,05). Además, los participantes en las condiciones de peces y huevos tenían menos creencias positivas hacia los animales de granja que los participantes que vieron una mezcla de animales de granja (ps <0,05).
Figura 33. Firma de Peticiones por Especie
Figura 34. Creencias Sobre los Animales de Granja Por Especie
También exploramos si los efectos de la defensa de los animales en nuestras variables de resultados variaban según la especie a la que se dirigía la defensa, pero nuestros resultados no reflejaron la existencia de tal patrón (ps >0,10).
Efecto de las Características de los Participantes
Exploramos si alguna de nuestras mediciones de los resultados estaba influenciada por las características demográficas de los participantes, a saber: género, etnia/raza, edad, ingresos del hogar, educación y afiliación política.
Las secciones siguientes presentan los resultados significativos para cada variable demográfica, mientras que las Tablas 4-6 muestran todos los resultados desglosados por características demográficas. Los resultados también fueron similares cuando se consideraron todas las características demográficas a la vez (controlando una mediante las demás), pero algunos resultados dejaron de ser significativos aquí.
Aparte de observar el impacto directo de las variables demográficas en las variables de los resultados, también examinamos si el impacto de la defensa de los animales difería según la demografía. En particular, no surgió ningún patrón consistente, lo que sugiere que la eficacia de la defensa de los animales no varía en función de datos demográficos como la etnia o el sexo.
Género
Las mujeres tenían más probabilidades de comprometerse con una dieta y de firmar una petición en comparación con la media de la muestra general (ps <0,05).
Las mujeres también mostraron más apoyo al bienestar de los animales de granja, mayores creencias positivas sobre los animales de granja, más intenciones de tomar acciones de protección de los animales y mayores intenciones de comprar productos de origen vegetal y productos de origen animal con etiqueta de bienestar que la media general (ps <0,05).
Las mujeres también eran menos especistas y también tenían menor intención de comprar productos de origen animal sin etiqueta de bienestar que la media general (ps <0,05).
Etnia/Raza
Los individuos hispanos o latinos eran más propensos a comprometerse con una dieta y a firmar una petición en comparación con la media de la muestra (ps <0,05). También mostraron más apoyo al bienestar de los animales de granja, mayores creencias positivas, más intenciones de tomar acciones de protección de los animales y mayores intenciones de comprar productos de origen animal con una etiqueta de bienestar (ps <0,05). Los individuos hispanos o latinos también eran menos especistas y tenían menos intenciones de comprar productos de origen animal sin etiqueta de bienestar que la media general (ps <0,05). Sin embargo, su consumo de productos de origen animal estaba a la par con la media general (p >0,10). También hay que señalar que la mayoría de estos resultados se hicieron no significativos tras controlar otras características demográficas, lo que significa que otros factores que compiten (por ejemplo, el género, la edad y/o los ingresos) influyeron en estos resultados para los participantes hispanos y latinos.
Los individuos negros tenían menos probabilidades de firmar una petición en comparación con la muestra general, y también mostraban más especismo y menos intenciones de tomar acciones de protección animal que la media general (ps <0,05). Estos resultados se mantuvieron incluso después de tener en cuenta otras variables demográficas, lo que significa que el género, la edad, los ingresos, la educación y la afiliación política no explicaron el comportamiento y actitudes pro-animales de los participantes negros (pero no tuvimos en cuenta todas las variables demográficas posibles, como la religión, la región o el origen urbano/rural). No obstante, el consumo de productos de origen animal de los participantes negros estaba a la par con la media general (p >0,10). Por favor consulta la pestaña de “Conclusiones Generales” para saber por qué sospechamos que estos resultados están relacionados con las desigualdades estructurales.
Los participantes asiáticos tenían una mayor intención de comprar productos de origen vegetal que la media general (p <0,05), que se mantuvo incluso después de tener en cuenta otras variables demográficas. Sin embargo, su consumo de productos de origen animal y su índice de firma de peticiones estaban a la par con la media general (ps >0,10).
Por último, los individuos de raza blanca tenían menos intenciones de tomar acciones de protección de los animales y menos intenciones de comprar productos de origen vegetal que la media general (ps <0,05), lo que se mantuvo incluso después de tener en cuenta otras variables demográficas. Sin embargo, sus comportamientos estaban a la par con la media general de la muestra (ps >0,10).
Edad
Los adultos más jóvenes eran más propensos a hacer un compromiso de dieta y a firmar una petición que los adultos mayores. Los adultos más jóvenes también mostraron más apoyo al bienestar de los animales de granja, creencias positivas, más intenciones de tomar acciones de protección de los animales y mayores intenciones de comprar productos de origen vegetal y productos de origen animal con una etiqueta de bienestar que los adultos de más edad (ps <0,05).
Los adultos más jóvenes también eran menos especistas y tenían menos intenciones de comprar productos de origen animal sin etiqueta de bienestar que los adultos de más edad (ps <0,05).
Ingresos
Los individuos con una renta familiar inferior a 25.000 dólares eran más propensos a firmar una petición que el conjunto de la muestra, y también eran menos especistas que la media general (ps <0,05). Sin embargo, los individuos con ingresos inferiores a 25.000 dólares tenían menos intenciones de comprar productos de origen animal con etiqueta de bienestar que la media de la muestra (p <0,05), lo que quizá refleje su mayor costo.
Los individuos con ingresos inferiores a 50.000 dólares mostraron más apoyo al bienestar de los animales de granja que la muestra general (p <0,05).
Los individuos con una renta familiar de 50.000 a 74.999 dólares eran más propensos a comprometerse con una dieta en comparación con la media de la muestra (p <0,05), mientras que los que tenían una renta de 75.000 a 99.999 dólares eran menos propensos a comprometerse (p <0,05).
Educación
Los individuos con menos de un diploma de secundaria tenían más creencias positivas sobre los animales de granja que la media general (p <0,05).
Los individuos con solo estudios secundarios eran menos propensos a comprometerse con una dieta y tenían menor intención de comprar productos de origen vegetal en comparación con la media de la muestra. Sin embargo, los individuos con solo un título de secundaria o menos eran menos especistas que la media general (ps <0,05).
Los que tenían un grado de asociado tenían mayor intención de comprar productos de origen animal con etiquetas de bienestar en comparación con la media general (p <0,05). Los que tenían algún tipo de formación universitaria tenían menor intención de comprar productos de origen vegetal en comparación con la media general (p <0,05).
Los que tenían un máster eran menos propensos a firmar una petición en comparación con la muestra general (p <0,05). Además, los que tenían un máster eran más especistas y tenían mayor intención de comprar productos de origen animal sin etiqueta de bienestar que la media general (ps <0,05); también mostraban menos apoyo al bienestar de los animales de granja y tenían menos creencias positivas sobre los animales de granja (ps <0,05).
Afiliación Política
Los individuos más liberales desde el punto de vista político comían menos productos de origen animal en el seguimiento, y también eran más propensos a hacer un compromiso de dieta y a firmar una petición en comparación con los individuos menos liberales desde el punto de vista político (ps <0,05). Ellos también mostraron más apoyo al bienestar de los animales de granja, más creencias positivas, más intenciones de tomar acciones de protección de los animales, y tenían mayores intenciones de comprar productos de origen vegetal y productos de origen animal con una etiqueta de bienestar (ps <0,05).
Los individuos más liberales desde el punto de vista político también eran menos especistas y también tenían menor intención de comprar productos de origen animal sin etiqueta de bienestar que los individuos menos liberales desde el punto de vista político (ps <0,05).
Tabla 4: Comportamientos Basados en la Pertenencia a Grupo
Tabla 5: Actitudes Basadas en la Pertenencia a Grupo
Tabla 6: Intenciones Basadas en la Pertenencia a Grupo
Respuestas a la Defensa de los Animales
Después de que vieran una de las diez formas de defensa de los animales, pedimos a los participantes que calificaran su acuerdo con cada uno de los siguientes puntos en una escala Likert de 7 puntos, desde “muy en desacuerdo” hasta “muy de acuerdo”:
- Me sentí enfadado(a) con las personas que crearon el [tipo de defensa].
- He encontrado este [tipo de defensa] informativo.
- Creo que el mensaje presentado en este [tipo de defensa] era engañoso.
- La forma en que se presentó el mensaje en este [tipo de defensa] fue atractiva.
- Me sentí conmocionado(a) al ver este [tipo de defensa].
- Estoy de acuerdo con el mensaje de este [tipo de defensa].
- Sentí que este [tipo de defensa] era pretenciosa o me hablaba con desprecio.
- El mensaje de este [tipo de defensa] era nuevo para mí.
- Queda claro con este [tipo de defensa] cómo podría cambiar mi comportamiento.
Las Figuras 35-43 que aparecen a continuación muestran cada respuesta por tipo de defensa.
Figura 35. Enfado
Figura 36. Engañosa
Figura 37. Pretenciosa
Figura 38. Perturbadora
Figura 39. Atractiva
Figura 40. De Acuerdo
Figura 41. Clara
Figura 42. Informativa
Figura 43. Nueva
Dieta y Respuestas a la Defensa de los Animales
Dado que la eficacia de algunas formas de defensa variaba en función de la dieta reportada por los participantes, también exploramos si esa dieta influía en sus respuestas a la defensa de los animales.
Descubrimos que la dieta reportada por los participantes predecía todas las respuestas a la defensa, de modo que los consumidores de carne eran más propensos que los que evitaban la carne a enfadarse con las personas que creaban la defensa, y más propensos a percibir la defensa como pretenciosa y engañosa (ps <0,05). En una nota más positiva, los consumidores de carne también eran más propensos a decir que la defensa contenía información nueva (p <0,05).
Al mismo tiempo, los que evitan la carne eran más propensos que los consumidores de carne a decir que la defensa era clara, impactante, atractiva e informativa, y que estaban de acuerdo con su mensaje (ps <0,05).
Todas estas asociaciones se muestran en la siguiente figura.
Figura 44. Asociaciones Entre la Dieta, las Respuestas a la Defensa y el Comportamiento
Respuestas a la Defensa de los Animales y Comportamientos de Seguimiento
También observamos si las respuestas de los participantes a la defensa de los animales predecían nuestros tres comportamientos clave de resultados (consumo de productos de origen animal, compromiso de dieta y petición). Ninguna de las respuestas a la defensa de los animales predijo el consumo posterior de productos de origen animal (todos los ps >0,10), pero todas las respuestas que se muestran en la figura predijeron la adopción de un compromiso de dieta o la firma de una petición.
Como se muestra en verde en la figura anterior, es más probable que la defensa haga que la gente se comprometa a reducir su consumo de productos de origen animal y/o firme una petición para mejorar el bienestar de los animales de granja cuando ésta es informativa, atractiva, impactante, clara o tiene un mensaje con el que la gente tiende a estar de acuerdo.
Como se muestra en naranja en la figura anterior, la defensa que se consideraba pretenciosa o engañosa, o que hacía que los participantes se enfadaran con las personas que la habían creado, tenía menos probabilidades de conseguir que la gente se comprometiera a hacer una dieta o firmara una petición (ps <0,05). Esto significa que las respuestas negativas a la defensa de los animales se asocian con un efecto contraproducente, que puede hacer que la gente esté menos motivada para cambiar su comportamiento y ayudar a los animales de granja.
La única respuesta que no tuvo ningún efecto sobre los compromisos y la firma de la petición fue la medida en la que el mensaje era una información nueva para los participantes (ps >0,10)
Conclusiones
La Dieta de las Personas Influye en la Eficacia de la Defensa de los Animales
Este estudio demostró que, desafortunadamente, ninguno de los diez tipos de defensa que probamos produjo cambios globales significativos en el consumo de productos de origen animal, en los compromisos o en los índices de firma de una petición de bienestar. Sin embargo, algunas formas de defensa fueron eficaces para algunas personas.
Dos tipos de defensa -publicaciones en las redes sociales y artículos de prensa- redujeron el consumo de productos de origen animal en comparación con la condición de control, pero solo si los participantes se identificaban como personas que evitaban la carne (es decir, reducetarians, pescetarianos y vegetarianos). Pero también encontramos que las protestas eran menos eficaces que la condición de control a la hora de conseguir que los que evitaban la carne firmaran una petición. Discutimos las implicaciones de estos resultados en la pestaña de Conclusiones Generales.
Aunque el comportamiento de los consumidores de carne no se vio afectado positivamente por la defensa de los animales, sus creencias, su apoyo y sus intenciones de tomar acciones de protección de los animales respecto a los animales de granja se vieron influenciados positivamente si veían un video gráfico o no gráfico, o si leían un artículo de prensa o un folleto. Sin embargo, estos efectos no se tradujeron en un cambio de conducta para los consumidores de carne, lo que sugiere que la defensa de los animales solo es eficaz para cambiar las creencias e intenciones de los consumidores de carne. Es probable que esto refleje la teoría del cambio en relación con el consumo de productos de origen animal, en la que los consumidores de carne están más lejos del cambio de comportamiento que los que evitan la carne, como se comenta en las Conclusiones Generales.
La Dieta de las Personas Influye En Sus Respuestas a la Defensa de los Animales, lo que Luego Influye En Su Comportamiento
La dieta con la que se identifican las personas también predijo cómo reaccionarían ante la defensa de los animales, con las personas que comen carne respondiendo más negativamente que las que evitan la carne: por ejemplo, les pareció que la defensa era más pretenciosa y menos atractiva, y era más probable que se enfadaran con los defensores implicados. Los consumidores de carne también consideraron que la defensa de los animales era menos informativa que los que evitan la carne. Esto es similar a un trabajo reciente en el que se ha descubierto que un mayor compromiso con el consumo de carne está asociado a una mayor evitación de la información sobre la sensibilidad de los animales de granja (Leach et al., 2022). En resumen, los consumidores de carne parecen ser menos receptivos a la defensa de los animales y/o a la información sobre el bienestar animal que los que evitan la carne.
Esas respuestas a la defensa de los animales (enfado, acuerdo, etc.) también predijeron algunos comportamientos clave. Aunque es importante señalar que ninguna de las respuestas predijo el consumo de productos de origen animal, hubo un patrón claro para el compromiso de dieta y la firma de la petición. Las respuestas negativas, como el enfado con el defensor, se asociaron a menos compromisos y firmas de peticiones, mientras que las respuestas positivas, como encontrar la defensa informativa y atractiva, se asociaron a más compromisos y firmas de peticiones.
Esto sugiere que la forma en que los individuos responden a la defensa de los animales es importante para determinar su efecto en algunos comportamientos, concretamente en la adopción de un compromiso de dieta o la firma de una petición. Aunque ambos comportamientos son positivos en la superficie, sabemos que el consumo real de productos de origen animal no se vio afectado, por lo que la influencia en el compromiso de dieta es menos significativa, ya que no se tradujo en un comportamiento real. Pero el apoyo a la reforma del bienestar es un bien valioso -ya sea en forma de firmas de peticiones, correos electrónicos a los representantes o votos-, por lo que los defensores deberían hacer una prueba piloto de sus materiales de defensa para elegir los que generen más respuestas positivas (verde en la Figura 44 anterior) y menos respuestas negativas (naranja).
Las Especies Objetivo También Influyen en la Eficacia de la Defensa de los Animales
También descubrimos que, en comparación con los mensajes sobre los animales de granja en general, era menos probable que la gente firmara una petición si veía un mensaje sobre los peces, y también tenía menos creencias positivas sobre los animales de granja. La gente también tenía menos creencias positivas sobre los animales de granja si veía un mensaje sobre los huevos.
Estos resultados sugieren que defender a las gallinas y, especialmente, a los peces puede ser más difícil en algunos aspectos que defender a los animales de granja en general.
Limitaciones
Como todos los estudios, este también tiene una serie de advertencias y limitaciones a tener en cuenta. En este caso, se puede notar que muchas de las limitaciones de este estudio experimental son las inversas a las del estudio retrospectivo. Precisamente por eso hemos realizado ambos para este informe: los puntos fuertes de un enfoque equilibran los puntos débiles del otro, por lo que ponerlos juntos proporciona la mejor comprensión de los efectos.
Experiencias Experimentales Frente a Experiencias del Mundo Real
Estudiar la defensa en un contexto experimental significa tener que hacer algunos compromisos para mantener las condiciones experimentales lo más parecidas posibles entre sí (con la excepción de la variable de interés: el tipo de defensa). El principal compromiso en este caso fue que todas las condiciones se presentaron en línea, por lo que los tipos de defensa que normalmente se experimentarían de primera mano -protestas y vallas publicitarias- se experimentaron de forma diferente a como lo harían en situaciones del mundo real. Como se ha señalado anteriormente, estas limitaciones se compensan con los resultados retrospectivos del mundo real del Estudio 1, y hemos tenido en cuenta ambos a la hora de elaborar las recomendaciones.
Generalización a Partir de Materiales Específicos
Una segunda limitación de este estudio se refiere a los materiales específicos que utilizamos. La defensa en el mundo real tiene una amplia gama de estilos, mensajes y otras características, mientras que nuestros materiales experimentales de defensa eran solo algunos ejemplos específicos de ello. Cabe preguntarse hasta qué punto son generalizables las conclusiones de estos materiales específicos a toda la defensa.
En resumen, creemos que son razonablemente (pero no perfectamente) generalizables. Las razones son que, en primer lugar, excluimos de ellas cualquier llamamiento específico, como “hazte vegano” o “abolir las granjas industriales”. Por tanto, no están vinculadas a objetivos de campaña específicos. En segundo lugar, todos nuestros materiales se tomaron de campañas o escenarios del mundo real, por lo que son lo más realistas posible. Y, por último, teníamos tres ejemplos diferentes de cada tipo de defensa, que representaban diferentes grupos de animales: gallinas ponedoras, peces y una mezcla de animales de granja. Esto significa que, aunque hay ejemplos específicos en juego, los resultados son al menos promediados de varios de ellos, lo que los hace mucho más generalizables de lo que serían si nos basáramos en un solo ejemplo por tipo de defensa.
Sin embargo, hay algunos ámbitos en los que la precaución está especialmente justificada:
- Debido a que todos los materiales que utilizamos se centraban en los animales de granja, los resultados no son necesariamente generalizables a la defensa de otros grupos de animales, aunque sospechamos que muchos de ellos pueden serlo.
- Había muy pocos ejemplos de videos de famosos que cumplieran nuestros criterios, por lo que todo nuestro material experimental en esa condición procedía de un solo famoso: Joaquin Phoenix. Eso significa que los resultados experimentales de las celebridades pueden no generalizarse bien a los mensajes de otras celebridades.
- Si tú, el lector, utilizas un tipo de defensa en particular, te recomendamos consultar los tres estímulos experimentales que hemos utilizado para ese tipo de defensa. Cuanto más se parezcan esos materiales al trabajo que tú realizas, más podrás suponer que los resultados se aplicarán a ti.
Asociaciones Entre las Respuestas a la Defensa y los Comportamientos
Como recordatorio, descubrimos que las respuestas de los individuos a la defensa predecían algunos de sus comportamientos. Sin embargo, estos resultados son correlativos, lo que significa que no podemos demostrar que estas respuestas sean las que causaron el cambio de comportamiento per se, aunque es probable que sea así.
Investigar experimentalmente esta causa y efecto no sería posible porque los experimentos requieren la asignación aleatoria de los participantes a las condiciones, y un experimentador no puede decidir al azar qué participantes tendrán una respuesta positiva o negativa. Por ello, nuestros resultados correlacionales son lo mejor que podemos conseguir. Implican, pero no prueban, que las respuestas a la defensa provocan un cambio de comportamiento.
Conclusiones Generales
Receptividad Hacia la Defensa
En nuestro primer estudio, las personas reportaron varios factores que las hacían más receptivas a la defensa de los animales, uno de los cuales era probar opciones de origen vegetal. Del mismo modo, nuestro experimento descubrió que las personas que evitaban la carne eran más receptivas a las publicaciones en las redes sociales y a los artículos de prensa que los consumidores de carne.
Teniendo en cuenta estos resultados, recomendamos que los defensores y las organizaciones se familiaricen con la dieta de su público, para dirigir eficazmente las intervenciones hacia las personas que evitan la carne. De hecho, las actividades de defensa que se ajustan a las intenciones dietéticas de los participantes (por ejemplo, las estrategias de reducción de la carne que se enfatizan para las personas que la evitan) son más eficaces para reducir el consumo de productos de origen animal que cuando hay un incompatibilidad (por ejemplo, las estrategias de reducción de la carne que se enfatizan para los consumidores de carne; Lacroix y Gifford, 2020).
Dieta Reportada por los Participantes Frente al Consumo
Nuestro experimento encontró que los efectos de la defensa de los animales en el comportamiento no estaban influenciados por la dieta cuando ésta se medía cuantitativamente, como el número de porciones de productos de origen animal consumidas. Sin embargo, cuando la dieta se medía por la forma en que la gente la reportaba, era ahí donde veíamos que la eficacia de algunas formas de defensa difería entre los que comían carne y los que la evitaban.
Estos resultados reflejan la importancia de la identidad en torno al consumo de productos de origen animal y cómo la identidad no siempre refleja el consumo real en sí. En cuanto al primer punto, trabajos anteriores han encontrado que las personas que se identifican como consumidores de carne tienden a no querer reducir su consumo de carne en general (Carfora, Caso y Conner, 2017), lo que puede reflejar hasta qué punto disfrutan comiendo carne y/o ven el veganismo o vegetarianismo como una amenaza para la sociedad (Bagci, Rosenfeld y Uslu, 2021).
Es probable que los consumidores de carne adopten diversas estrategias para justificar sus comportamientos alimentarios si han experimentado una disonancia cognitiva al ver la defensa de los animales en este experimento. En cambio, los que se identifican activamente como personas que evitan la carne pueden ser más receptivos ante la idea de cambiar su comportamiento, en lugar de sus creencias, en respuesta a cualquier disonancia cognitiva que puedan haber experimentado al ver la defensa de los animales en este experimento.
En cuanto a por qué la dieta per se no predijo la eficacia de la defensa de los animales mientras que la identidad sí lo hizo, es importante tener en cuenta que la cantidad real de productos de origen animal consumidos no siempre refleja si la gente está reduciendo activamente su consumo de productos de origen animal o no. Algunas personas que evitan la carne pueden seguir comiendo más productos de origen animal que los consumidores de carne (y viceversa). De hecho, es la identidad la que resulta crucial para determinar la eficacia de la defensa, como se ha comprobado en nuestro experimento. Esto tiene sentido en términos de lo que sabemos sobre las etapas del cambio de comportamiento: los consumidores de carne completos pueden no haber empezado a pensar en las razones para reducir el consumo y probablemente no estén preparados para cambiar, mientras que los que se identifican como personas que evitan la carne ya están en una etapa de acción (véase Bryant et al., 2021).
Las Protestas Son Contraproducentes Con las Personas Que Evitan la Carne
Puede resultar desconcertante que las protestas hicieran que los que evitan la carne fueran menos propensos a firmar una petición y a comprometerse con una dieta en nuestro experimento. Esto sugiere que las protestas son contraproducentes con los que evitan la carne, al menos en lo que se refiere a acciones inmediatas como firmar una petición o asumir un compromiso.
Este efecto contraproducente puede reflejar cómo se ven a sí mismos los vegetarianos, los reducetarians y los pescetarianos en relación con los veganos o los activistas por los derechos de los animales. Por ejemplo, es posible que los que evitan la carne no quisieran que se les asociara con los manifestantes que veían en los videos, dado que la gente tiende a ver a los activistas de forma negativa en general (por ejemplo, como militantes u hostiles), y no quieren asociarse con ellos (Bashir et al., 2013). Del mismo modo, la investigación ha demostrado que puede haber tensiones entre los veganos y las personas que evitan de forma menos estricta los productos de origen animal. En concreto, los vegetarianos informan que son más discriminados por los veganos que por otros vegetarianos, y que sienten más ansiedad y vigilancia cuando interactúan con veganos que defienden los derechos de los animales, que los individuos que son veganos por otros motivos (MacInnis y Hodson, 2021).
Especulamos que estos resultados pueden haber surgido debido a tensiones o reacciones negativas hacia los activistas o (supuestos) veganos, que pueden haber desanimado a las personas que evitan la carne a asociarse con los manifestantes tomando un compromiso o firmando una petición. Sin embargo, se debe tener en cuenta que se trata de una conjetura basada en investigaciones anteriores; esto no se ha demostrado.
El Papel de la Raza/Etnia
Es importante reconocer la diversidad de las comunidades con las que trabajan los defensores, y cómo los grupos marginados suelen estar poco representados en la investigación. Por estos motivos, examinamos si el efecto de la defensa de los animales variaba según los distintos grupos raciales/étnicos, además de comprender qué impacto, si lo había, tenía la raza/etnia en nuestras mediciones de los resultados para identificar las oportunidades y los desafíos.
Nuestro primer estudio encontró que los participantes negros e hispanos o latinos reportaron una reducción del consumo de productos de origen animal sustancialmente mayor que la muestra general. Sin embargo, nuestro experimento no encontró que la eficacia de ninguna forma de defensa de los animales difiriera en función de la etnia/raza, por lo que es probable que los resultados de nuestro primer estudio fueran propensos a los sesgos de autoevaluación (como se ha señalado anteriormente en la sección “Limitaciones”). Lo más importante es que los resultados de nuestro experimento implican que nuestras recomendaciones generales, que figuran a continuación, son aplicables a diferentes comunidades.
Dicho esto, identificamos algunas diferencias entre grupos raciales/étnicos en cuanto a las acciones y actitudes pro-animales en nuestro experimento. En particular, a pesar de comer una cantidad similar de productos de origen animal que el participante promedio, los individuos hispanos o latinos tenían más probabilidades que la media de firmar una petición, mientras que los individuos negros tenían menos probabilidades de firmar una petición y mostraban más creencias especistas que la media. A primera vista, estos resultados pueden indicar que algunos grupos se enfrentan a más retos que otros en lo que respecta al cambio de comportamiento. En el caso de las comunidades negras, es probable que las desigualdades estructurales desempeñen un papel fundamental en esos retos.
En particular, las investigaciones han demostrado desde hace tiempo que los negros estadounidenses sufren más opresión, barreras y oportunidades limitadas en casi todos los aspectos de sus vidas. Por ejemplo, los estadounidenses negros tienen menos acceso a alimentos saludables asequibles (Myers y Painter, 2017), y los estadounidenses negros tienen más probabilidades de ser discriminados que los blancos en cuanto a oportunidades de vivienda (Banaji et al., 2021) y solicitudes de empleo (Kline et al., 2021), entre otras cosas. Tenemos la firme sospecha de que esta marginación está detrás de las diferencias observadas aquí, en el sentido de que las experiencias de escasez, impotencia y opresión harán que, por necesidad, uno se centre en superar esos retos, limitando así sus oportunidades de comprometerse con otras cuestiones de menor relevancia inmediata (por ejemplo, véase Richardson et al., 2020).
Desafortunadamente, no disponemos de datos para determinar qué barreras estructurales existían para los participantes negros de nuestra muestra, y la investigación sobre la defensa de los animales que se refiere específicamente a las experiencias de los negros, los indígenas y las personas de la mayoría global (BIPGM, por sus siglas en inglés) es escasa, aunque hay algunos trabajos excelentes sobre el tema (por ejemplo, Brown, 2005). Teniendo en cuenta hallazgos como estos, y el limitado trabajo empírico sobre cómo las desigualdades estructurales afectan el comportamiento pro-animales de algunos grupos marginados, pero no de otros, exhortamos a que se realicen futuras investigaciones culturales para comprender mejor estas cuestiones.
Recomendaciones Para la Defensa de los Animales
Aquí comparamos los resultados de cada tipo de defensa incluidos en ambos estudios, para comprender mejor la eficacia o ineficacia de la defensa de los animales a la hora de cambiar el comportamiento, las intenciones, las creencias y las actitudes de las personas hacia los animales de granja. Al hacer las recomendaciones, hemos dado más importancia a los resultados experimentales y conductuales positivos, en particular los relativos al consumo de productos de origen animal autodeclarado. Por esta razón, nuestros tipos de defensa recomendados son los que han demostrado un impacto positivo en el consumo de productos de origen animal.
Por otra parte, recomendamos que no se utilicen tipos de defensa que hayan demostrado un impacto negativo en el consumo de productos de origen animal autodeclarado o en otros comportamientos favorables a los animales. Y aconsejamos precaución en torno a varios tipos de defensa que han sido mínimamente investigados, pero para los que las pruebas existentes son negativas (véase la Tabla 7).
Además, recomendamos débilmente los tipos de defensa que han demostrado tener un impacto positivo en las intenciones o las creencias, aunque sugerimos que los defensores consideren cuidadosamente el costo de estas intervenciones. Esto se debe a que las creencias, las actitudes y las intenciones de las personas desempeñan un papel más importante en las primeras etapas del cambio de conducta, tal y como se describe en el Modelo Transteórico o de Etapas de Cambio de la conducta. En otras palabras, los tipos de defensa que solo influyen en las intenciones, las creencias o las actitudes pueden seguir siendo eficaces para las personas que se encuentran en la etapa de “pre-contemplación”, acercándolas un paso más al cambio de conducta (Bryant et al., 2021).
A lo largo de las secciones siguientes, hemos considerado las implicaciones para los defensores y los financiadores, pero no hemos incluido explícitamente la rentabilidad en nuestras consideraciones, ya que puede variar sustancialmente. Recomendamos encarecidamente que los defensores y financiadores incluyan el costo relativo de los distintos enfoques en su propia toma de decisiones.
Se debe tener en cuenta también que en un entorno de investigación en el que las personas aceptan participar, existe una fuerte expectativa de que leerán o verán todo lo que los investigadores les pongan delante. Las personas expuestas a la defensa en la vida real tienen muchas más posibilidades de elegir si se comprometen con ella: si leen el artículo de prensa que ven, ven el documental anunciado en Netflix o evitan una multitud de manifestantes. Los resultados del Estudio 1 sobre la frecuencia con la que se experimenta cada tipo de defensa proporcionan algunas pistas sobre lo común que es esto, pero hay múltiples explicaciones posibles para las bajas frecuencias que no se pueden desgranar con esta investigación. Así que recordamos al lector que, si pocas personas están dispuestas a comprometerse con un tipo concreto de defensa, puede ser sustancialmente menos impactante. Por ejemplo, uno de los mayores problemas potenciales de la distribución aleatoria de folletos es la baja frecuencia de personas que los leen. Estas consideraciones deben formar parte de las pruebas piloto y los cálculos de rentabilidad.
Consulta el cuadro siguiente para ver un resumen y el texto adjunto para obtener más detalles sobre todos los tipos de defensa considerados en este informe.
Tabla 7. Resumen de las Recomendaciones Por Tipo de Defensa
Artículos de Noticias
Recomendamos los artículos de noticias porque redujeron el consumo de productos de origen animal autodeclarado de las personas que evitan la carne, y no tuvieron un impacto negativo en el comportamiento de los consumidores de carne en nuestro experimento. Sin embargo, los artículos de noticias aumentaron el apoyo al bienestar de los animales de granja entre los consumidores de carne, a pesar de no influir en su firma de peticiones. Asimismo, en el Estudio 1 se encontró que los artículos de noticias redujeron el consumo de productos de origen animal en casi el 40% de los encuestados que recordaban haberlos visto.
También recomendamos los artículos de noticias porque no solían provocar respuestas negativas, como la ira, en ninguno de los dos estudios, ni eran percibidos como engañosos en nuestro experimento, respuestas que pueden reducir las acciones positivas. Además, los artículos de noticias en nuestro experimento se percibieron como una de las formas de defensa más informativas, y también fueron una de las formas de defensa con las que la gente tenía más probabilidades de decir que estaba de acuerdo. Sospechamos que esta combinación de respuestas se debe al formato de los artículos de noticias: tienen el espacio necesario para cubrir un tema de forma justa, sin parecer unilateral.
Publicaciones en las Redes Sociales
Recomendamos las publicaciones en las redes sociales porque, al igual que los artículos de noticias, también redujeron el consumo de productos de origen animal autodeclarado de los que evitan la carne, y no tuvieron un impacto negativo en el comportamiento de los consumidores de carne en nuestro experimento. Del mismo modo, en nuestro primer estudio, casi el 40% de los encuestados que recordaban haberlas visto, declararon que las publicaciones en las redes sociales les habían hecho reducir el consumo de productos de origen animal.
También recomendamos las publicaciones en las redes sociales porque no tendieron a causar enfado en nuestro experimento (aunque fueron medias en el primer estudio, causando enfado en el 19% de los encuestados que recordaban haberlas visto). También obtuvieron una puntuación media en cuanto a ser percibidas como engañosas y pretenciosas, mientras que también obtuvieron la puntuación más baja en cuanto a ser percibidas como claras, en relación con el cambio de comportamiento por parte de los participantes en nuestro experimento. Aunque esto podría ser específico para nuestros ejemplos en particular, sugerimos que los defensores y las organizaciones se aseguren de que está claro cómo puede cambiar la gente su comportamiento cuando creen publicaciones en las redes sociales. Esto es especialmente importante si se tiene en cuenta que cuanto más clara consideraba la gente la defensa de los animales, en lo que respecta al cambio de comportamiento, más probable era que firmaran una petición.
Así pues, la eficacia de las publicaciones en las redes sociales (y otras formas de defensa) puede reforzarse añadiendo una orientación o unas recomendaciones más explícitas sobre el cambio de comportamiento, siempre que se maneje de forma que no las hagan, por ejemplo, más propensas a generar enfado o a parecer pretenciosas.
Educación en el Aula de Clases
Recomendamos la educación en el aula de clases, pero principalmente debido a las investigaciones publicadas anteriormente que apoyan su eficacia, ya que no pudimos incluirla en nuestro experimento. En nuestro primer estudio, casi el 60% de los encuestados que recordaban haber participado en una dijeron que ésta les había hecho reducir su consumo de productos de origen animal. Asimismo, varios estudios anteriores, incluidos trabajos experimentales, han encontrado pruebas de que la educación en el aula de clases puede reducir el consumo de carne en los estudiantes universitarios (Bryant, 2021; Jalil et al., 2020; Schwitzgebel et al., 2020; Schwitzgebel et al., 2021).
Hay que señalar que la educación en el aula de clases también provocó el enfado de aproximadamente el 41% de los encuestados que la experimentaron en nuestro primer estudio. Pero siempre que se preste atención a la orientación adecuada -para lo que Bryant (2021) ofrece recomendaciones- puede ser posible utilizar la educación en el aula de clases de forma eficaz a escala.
Retos de Evitar la Carne
Recomendamos los retos de evitar la carne, pero principalmente debido a las investigaciones publicadas anteriormente que respaldan su eficacia, ya que no pudimos incluirlos en nuestro experimento. Los retos de evitar la carne solo se incluyeron como forma de defensa en nuestro primer estudio, en el que el 63% de los encuestados que recordaban haber participado en uno dijeron que éste les había hecho reducir su consumo de productos de origen animal. Asimismo, trabajos anteriores sugieren que varios tipos de retos de evitar la carne pueden reducir el consumo de productos de origen animal (por ejemplo, Challenge 22, 2019; Grassian, 2019; Veganuary, 2021). Sin embargo, la mayoría no son experimentales, lo que limita nuestro conocimiento sobre qué tanto de la reducción observada puede atribuirse a los propios retos, frente a ser algo que los participantes podrían haber decidido hacer por su cuenta.
Hasta donde sabemos, solo se ha publicado un experimento sobre la eficacia de un reto de evitar la carne para cambiar el consumo de carne de las personas (Piazza et al., 2022). Descubrieron que un reto de evitar la carne de 28 días reducía el consumo de carne en los individuos que habían participado, en comparación con los que no habían participado. Sin embargo, la reducción desapareció una vez finalizado el reto.
Teniendo en cuenta todos estos hallazgos, recomendamos el uso de retos de evitar la carne, pero aconsejamos realizar más investigaciones experimentales sobre el tema.
Videos Gráficos
Recomendamos débilmente el uso de videos gráficos como estrategia de defensa, ya que tuvieron un impacto positivo en las medidas no conductuales de nuestro experimento. En primer lugar, redujeron la intención de comprar productos de origen animal sin etiqueta de bienestar en los consumidores de carne. Los videos gráficos también aumentaron el apoyo al bienestar de los animales de granja entre los consumidores de carne, aunque no aumentaron la probabilidad de firmar una petición de bienestar. Además, los videos gráficos obtuvieron la mayor puntuación en cuanto a la percepción de claridad en el cambio de comportamiento en nuestro experimento.
Sin embargo, en nuestro experimento no hubo pruebas causales de que los videos gráficos cambiaran directamente el comportamiento. A pesar de ello, nuestro primer estudio encontró que los videos gráficos fueron reportados como el motivo de la reducción del consumo de productos de origen animal por el 40% de los encuestados que recordaban haberlos visto.
También, dada la gran variedad de formas en que se utilizan los videos gráficos -a menudo como parte de otros tipos de defensa-, recomendamos a los defensores que los utilicen con cuidado, y que hagan una prueba piloto de las reacciones, si es posible (consulta los Materiales Complementarios para más detalles), para encontrar un equilibrio entre los resultados positivos, como la claridad, y los negativos, como el enfado, para maximizar el impacto.
A pesar de que no probamos esto directamente por razones éticas, también recomendamos que los promotores muestren los videos gráficos solo a los espectadores advertidos, ya que es razonable suponer que el enfado sería mayor en las personas que encuentran el contenido objetable (con razón o sin ella) y no consintieron verlos. De hecho, los videos gráficos obtuvieron la puntuación más alta en cuanto a enfado con los defensores en nuestro experimento, y también provocaron un nivel de enfado superior a la media en el 27% de los encuestados en nuestro primer estudio, aparte de ser descritos por algunas personas como que les desmotivan a aprender más sobre el sufrimiento animal. Cabe señalar que todos nuestros participantes eran conscientes de que iban a ver contenido gráfico y dieron su consentimiento.
Folletos
Recomendamos débilmente el uso de folletos como estrategia de defensa, ya que tuvieron un impacto positivo en las medidas no conductuales de nuestro experimento. En primer lugar, los folletos redujeron la intención de comprar productos de origen animal sin etiqueta de bienestar en los consumidores de carne. Los folletos también aumentaron las intenciones de realizar acciones de protección de los animales en los consumidores de carne, pero no la realización de estas acciones. También hay que señalar que los folletos obtuvieron una puntuación en torno al punto medio de las respuestas en nuestro experimento, es decir, la gente no reaccionó de forma particularmente negativa o positiva a los folletos.
Sin embargo, nuestro experimento no encontró pruebas causales de los folletos en el cambio del comportamiento de la gente. A pesar de ello, el 43% de los encuestados que recordaban haberlos visto en nuestro primer estudio dijeron que los folletos les habían hecho reducir su consumo de productos de origen animal. Aun así, un experimento anterior tampoco encontró un efecto general de los folletos en el cambio de las compras de comida de los estudiantes universitarios en los comedores (Haile et al., 2021). Asimismo, una investigación anterior realizada por Vegan Outreach (2018) proporciona débiles pruebas que respaldan la eficacia de los folletos, pero estaba limitada por un índice de respuesta muy bajo.
Videos No Gráficos
Recomendamos débilmente el uso de videos no gráficos como táctica de defensa, ya que tuvieron un impacto positivo en las mediciones no conductuales de nuestro experimento. Los videos no gráficos aumentaron las creencias positivas sobre los animales de granja en los consumidores de carne. También fueron una de las formas de defensa con mayor puntuación por ser percibidas como informativas y claras (aunque en nuestro experimento obtuvieron una puntuación en torno al punto medio por causar enfado).
Sin embargo, en nuestro experimento no encontramos pruebas causales de que los videos no gráficos cambiaran el comportamiento de las personas. A pesar de ello, el 38% de los encuestados que recordaban haberlos visto en nuestro primer estudio declararon haber reducido el consumo de productos de origen animal.
También reconocemos que los videos no gráficos se incorporan a veces en otras formas de defensa, como las publicaciones en las redes sociales. Por ello, pensamos que los videos no gráficos pueden ser útiles cuando se combinan con las formas de defensa recomendadas.
Testimonios de Celebridades
Recomendamos débilmente el uso de los respaldos de las celebridades como forma de defensa. Esto se debe a que los videos de famosos redujeron la intención de comprar productos de origen animal sin etiqueta de bienestar en los consumidores de carne en nuestro experimento.
Sin embargo, no encontramos pruebas causales de que las celebridades cambien el comportamiento de la gente en nuestro experimento, a pesar de que casi el 25% de los encuestados que recordaban haber visto mensajes de famosos en nuestro primer estudio dijeron que eso redujo su consumo de productos de origen animal. También hay que tener en cuenta que las respuestas a las influencias de las celebridades fueron de neutras a negativas en nuestros dos estudios, y uno de nuestros informes anteriores encontró que recibir información de las celebridades se asociaba a un menor éxito en la consecución de un objetivo dietético vegano o vegetariano (Faunalytics, 2021).
Las pruebas relativas a los apoyos de las celebridades son claramente mixtas, y es la más débil de nuestras recomendaciones. Sugerimos encarecidamente que los grupos que se planteen realizar campañas basadas en famosos hagan una prueba piloto de su acogida y probable rentabilidad.
Información Educativa Sobre las Etiquetas de Bienestar Animal
Aconsejamos precaución e investigación adicional sobre la eficacia de la información educativa sobre las etiquetas de bienestar como estrategia de defensa, ya que nuestro experimento no encontró evidencia causal de que este tipo de defensa cambie el comportamiento de la gente, ni tampoco cambió la intención de la gente de comprar productos de origen animal con o sin etiqueta de bienestar. Este último hallazgo contrasta con trabajos anteriores que han encontrado que la información educativa está asociada a una mayor intención de compra de productos de origen animal de alto bienestar (Cornish et al., 2020). Por ello, recomendamos más investigación, sobre todo porque en nuestro primer estudio el 36% de los encuestados que recordaban haber experimentado esta forma de defensa dijeron que esto les había hecho reducir su consumo de productos de origen animal.
A pesar de la falta de evidencia causal, encontramos que esta forma de defensa causó la menor cantidad de enfado en ambos estudios, y también fue el tipo de defensa que menos se percibió como engañosa o pretenciosa. Además, esta forma de defensa fue calificada por los participantes como el tipo de defensa más informativa, y también fue la segunda que más puntuación obtuvo por ser clara en cuanto a cómo la gente puede cambiar su comportamiento en nuestro experimento.
No obstante, estas respuestas positivas no fueron suficientes para provocar un cambio de comportamiento o aumentar las intenciones de compra en los participantes que recibieron información educativa sobre las etiquetas de bienestar en nuestro experimento. Por ello, los defensores podrían querer seguir investigando para orientar las decisiones de las campañas.
Documentales
Recomendamos precaución e investigación adicional sobre la eficacia de los documentales como estrategia de defensa. Esta forma de defensa solo se incluyó en nuestro primer estudio, en el que el 56% de los encuestados que recordaban haberlos visto dijeron que les había hecho reducir su consumo de productos de origen animal. La investigación experimental de otras fuentes es limitada y no respalda la eficacia de los documentales con la población general.
Por ejemplo, un experimento reciente no encontró ningún efecto de un documental de 20 minutos frente a un video de control sobre el consumo de productos de origen animal por parte de las personas dos semanas después, a pesar de que el documental aumentaba los compromisos de dieta (Mathur et al., 2021). Del mismo modo, un experimento descubrió que la “Cowspiracy” reducía la intención de la gente de consumir carne (Pabian et al., 2020), mientras que otro no encontró ningún efecto de una versión reducida del documental sobre el consumo real de carne (Bschaden et al., 2020).
Nuestra cautela se basa en una investigación muy limitada, por lo que exhortamos a que se realicen más investigaciones experimentales sobre la eficacia de los documentales, especialmente las que tengan en cuenta los índices base de la voluntad de verlos, así como su impacto en las personas que deciden verlos.
Vallas Publicitarias
También aconsejamos precaución e investigación adicional sobre la eficacia de las vallas publicitarias como estrategia de defensa. En nuestro experimento no hubo ningún impacto de las vallas publicitarias en el comportamiento, las creencias, las actitudes o las intenciones de las personas, a pesar de que nuestro primer estudio descubrió que el 25% de los encuestados que recordaban haberlas visto decían que éstas les habían hecho reducir su consumo de productos de origen animal.
También aconsejamos precaución, ya que las vallas publicitarias fueron percibidas como la forma de defensa más pretenciosa y engañosa en nuestro experimento. También resultaron ser una de las que más provocaban enfado en nuestro experimento, aunque en el primer estudio eran promedio, causando enojo en el 19% de los encuestados que recordaban haberlas visto.
En resumen, las vallas publicitarias parecen provocar respuestas negativas por encima de la media y no tienen un impacto claro en el comportamiento, actitudes, creencias o intenciones de las personas. No obstante, reconocemos que nuestra cautela se basa en una investigación muy limitada, por lo que animamos a que se realicen más investigaciones experimentales sobre la eficacia de las vallas publicitarias si los grupos desean utilizarlas.
Protestas No Disruptivas
Recomendamos que no se utilicen las protestas no disruptivas como estrategia de defensa, ya que nuestro experimento descubrió que reducían la firma de peticiones en las personas que evitaban la carne. Las protestas no disruptivas tampoco cambiaron otros comportamientos de la gente en nuestro experimento, a pesar de que casi el 40% de los encuestados que recordaban haberlas visto en nuestro primer estudio informaron sobre una reducción del consumo de productos de origen animal. Descubrimos que las protestas no disruptivas redujeron la intención de compra de productos de origen animal sin etiqueta de bienestar en los consumidores de carne en nuestro experimento, pero esto no se tradujo en un cambio de comportamiento.
Otra razón por la que no recomendamos las protestas no disruptivas es que fueron una de las formas de defensa con mayor puntaje en cuanto a ser percibidas como pretenciosas y engañosas en nuestro experimento, a pesar de tener una puntuación cercana a la media en cuanto a provocar el enfado de los defensores en ambos estudios. Además, las protestas no disruptivas fueron también una de las formas de defensa que los participantes consideraron menos informativas, y fueron la forma de defensa en la que los participantes tenían menos probabilidades de estar de acuerdo con el mensaje.
Merece la pena señalar que nuestras conclusiones sobre los efectos de negativos a neutrales están potencialmente en desacuerdo con trabajos anteriores que descubrieron que las protestas sobre el clima aumentaban el apoyo público a las cuestiones climáticas (Budgen, 2020), aunque esto puede deberse a las diferencias entre los temas. En general, los efectos contraproducentes de las protestas no disruptivas sobre la probabilidad de que los que evitan la carne firmen una petición, y la falta de evidencia causal de estas protestas sobre el cambio de la dieta de la gente en nuestro experimento, nos llevaron a desaconsejar su uso, pero se justifica una investigación adicional.
Protestas Disruptivas
También desaconsejamos el uso de las protestas disruptivas porque en nuestro experimento encontramos que aumentaban el consumo de productos de origen animal autodeclarado en los consumidores de carne, a pesar de que el 26% de los encuestados que recordaban haberlas presenciado en nuestro primer estudio reportaron una reducción del consumo de productos de origen animal. Las personas que evitan la carne también eran menos propensas a firmar una petición si veían una protesta disruptiva.
No recomendamos las protestas disruptivas también por el hecho de que casi la mitad (49%) de los encuestados que recordaban haberlas experimentado en nuestro primer estudio, afirmaron que les provocaban ira hacia los manifestantes. Asimismo, las protestas disruptivas fueron una de las formas de defensa con mayor probabilidad de causar enfado en nuestro experimento, y fueron la segunda forma de defensa más propensa a ser percibida como pretenciosa y engañosa. Además, las protestas disruptivas fueron también una de las formas de defensa que menos se percibieron como informativas, y una de las formas de defensa que menos probabilidades tenía de que los participantes estuvieran de acuerdo con su mensaje.
Señalaremos de nuevo que nuestras conclusiones sobre los efectos entre negativos a neutros de las protestas están potencialmente en desacuerdo con el trabajo anterior de Budgen (2020), aunque eso puede deberse a las diferencias en la forma en que el público percibe las cuestiones relacionadas con los animales y el clima. En resumen, en nuestros estudios hubo más efectos negativos que positivos de las protestas disruptivas sobre el comportamiento, el apoyo y las respuestas de la gente, por lo que recomendamos no utilizarlas, pero esperamos ver más investigaciones sobre el tema.
Divulgación Boca a Boca
Creemos que no hay datos suficientes sobre esta forma de defensa para hacer una recomendación al respecto. Poner a prueba experimentalmente los efectos de la divulgación es difícil desde el punto de vista logístico, especialmente cuando se trata de amigos y familiares. Probablemente sea por eso que no hay investigaciones experimentales sobre este tipo de defensa y por eso no lo incluimos en nuestro propio experimento.
Pero hay algunas investigaciones retrospectivas que sugieren que la divulgación boca a boca puede ser eficaz. Por ejemplo, en uno de nuestros estudios anteriores, el 41% de los nuevos veganos o vegetarianos dijeron que habían recibido información sobre la alimentación basada en vegetales de un compañero en el mes anterior a comenzar su dieta vegana o vegetariana (Faunalytics, 2021). Esta evidencia es sugerente, al igual que el hecho de que aproximadamente el 40% de los encuestados del primer estudio que recordaban haberla recibido dijeron que ésta les había hecho reducir su consumo de productos de origen animal. Pero dadas las limitaciones de los estudios de autoevaluación (ver “Limitaciones” del Estudio 1), no podemos estar seguros de que la divulgación boca a boca provoque un cambio de comportamiento. Faunalytics está preparando actualmente un proyecto diseñado para estimar la difusión del veganismo o vegetarianismo entre pares, que se publicará a finales de 2022.
Libros
Creemos que no hay suficientes datos sobre los libros como herramientas de defensa para hacer una recomendación sobre ellos. Comprobar experimentalmente los efectos de la lectura de un libro es logísticamente difícil debido a su duración. Es probable que este sea el motivo de la falta de investigación experimental para este tipo de defensa y por el que no la incluimos en nuestro propio experimento. De hecho, el único experimento que conocemos no se ha publicado y se describe en una presentación de una conferencia (Salmen, 2021; Conferencia de Defensa de los Animales). Éste no encontró ningún efecto significativo del libro “Comiendo Animales” frente a un libro de control sobre el consumo de carne de la gente.
Sin embargo, nuestro primer estudio proporciona evidencia limitada de que los libros pueden ser eficaces, al menos con quienes deciden leerlos: el 72% de los encuestados que recordaban haber leído un libro dijeron que éste les hizo reducir su consumo de productos de origen animal. Dadas las limitaciones de los estudios de autoevaluación (véase “Limitaciones” del Estudio 1), no estamos seguros sobre el potencial de los libros para provocar un cambio de comportamiento, pero, de nuevo, recomendamos que se investigue más sobre esta cuestión.
Encuesta Para Elegir Tus Materiales de Defensa
Como se recomienda, te aconsejamos que pruebes diferentes versiones de los materiales de defensa con personas del público en general, pidiéndoles que completen una encuesta para cada versión. Una vez recogidas las respuestas, elige el material de defensa que obtenga las respuestas más positivas (que sea considerado informativo, atractivo, con el que las personas estén de acuerdo y que sea claro en cuanto al cambio de comportamiento) y las menos negativas (que cause enfado, que sea percibido como engañoso y pretencioso).
Copia la siguiente encuesta y entrégala a los participantes después de que lean o vean tus materiales de defensa:
- ¿Qué tan enfadado(a) le hizo sentir?
- Para nada enfadado(a)
- Ligeramente enfadado(a)
- Moderadamente enfadado(a)
- Muy enfadado(a)
- ¿Qué tan informativo le pareció?
- Para nada informativo
- Ligeramente informativo
- Moderadamente informativo
- Muy informativo
- ¿Qué tan engañoso le pareció?
- Para nada engañoso
- Ligeramente engañoso
- Moderadamente engañoso
- Muy engañoso
- ¿Qué tan atractivo le pareció?
- Para nada atractivo
- Ligeramente atractivo
- Moderadamente atractivo
- Muy atractivo
- ¿Qué tan pretencioso le pareció?
- Para nada pretencioso
- Ligeramente pretencioso
- Moderadamente pretencioso
- Muy pretencioso
- ¿Qué tan de acuerdo o en desacuerdo estaba con el mensaje?
- Muy en desacuerdo
- Algo en desacuerdo
- Ni en desacuerdo ni de acuerdo
- Algo de acuerdo
- Muy de acuerdo
- ¿Qué tan claro le pareció en cuanto a cómo podría cambiar su comportamiento?
- Para nada claro
- Ligeramente claro
- Moderadamente claro
- Muy claro
Estudio 1
Procedimiento Detallado
Los participantes fueron reclutados mediante Positly. Para poder participar en el estudio, los participantes debían vivir en EE.UU. y tener al menos 18 años. El reclutamiento continuó hasta que hubo suficientes participantes para llevar a cabo las pruebas estadísticas necesarias, tal y como se indicaba en el plan de registro previo. Para garantizar que los resultados fueran relevantes para los defensores que trabajan con comunidades negras e hispanas o latinas, se tomó una muestra mayor de estos dos grupos para garantizar que al menos 150 participantes por grupo completaran toda la encuesta.
Los participantes que declararon en la primera parte de la encuesta que se habían encontrado con al menos un tipo de defensa, en los cinco años anteriores, fueron invitados a completar la segunda sección, en la que se les pedía que dieran detalles sobre sus actitudes hacia la defensa a la que habían estado expuestos y si ésta había afectado su comportamiento o actitudes. No se invitó a participar en la segunda parte de la encuesta a quienes llevaban más de cinco años siendo veganos, porque no formaban parte del público objetivo.
Para minimizar el riesgo de que los participantes informaran en exceso de sus experiencias con la defensa para que se les pagara más, el anuncio de la encuesta solo mencionaba la primera sección, a cambio de un pago de 0,80 dólares. Se invitó a los participantes que habían experimentado la defensa a completar la segunda parte a cambio de un pago adicional de 1 dólares.
Criterios de Exclusión
Los criterios de exclusión de nuestros participantes se definieron en nuestro registro previo. Los participantes eran excluidos automáticamente del estudio si indicaban que eran menores de 18 años, que no vivían en EE.UU. o fallaban en un captcha diseñado para atrapar bots.
Los casos se excluyeron tras la recolección de datos si se cumplía UNA de las siguientes condiciones:
- El ID del participante era un duplicado de otro en el archivo, en cuyo caso nos quedamos con la respuesta completa más antigua;
- El caso estaba incompleto (es decir, el participante no terminó la encuesta); o
- Una respuesta abierta de varias palabras no triviales era un duplicado exacto de otra respuesta en el archivo, lo que implicaba copiar y pegar.
Los participantes fueron excluidos tras la recolección de datos si se cumplían DOS de las siguientes condiciones:
- No superaron un control de atención en el que se les pedía que dijeran que HABÍAN utilizado Internet;
- Fallaron en un control de atención que requería que dijeran que NO han corrido una milla en menos de un minuto;
- No han superado un control de calidad en un ítem abierto (lo que ocurre si tiene una gramática muy pobre, es ininteligible, es muy torpe o no responde a la pregunta);
- Completaron la encuesta en menos de un tercio del tiempo medio, o
- Se caracterizaron por tener una dirección IP duplicada como la de otro encuestado, por tener una dirección IP sospechosa (según lo determinado por https://itaysisso.shinyapps.io/Bots/), o por proceder de fuera de la ubicación geográfica incluida en la muestra deseada.
Método de Análisis Detallado
Efectos de la Defensa de los Animales
Se utilizaron pruebas T para comparar las medias de cada escala de eficacia reportada por los participantes entre todos los tipos de defensa. De acuerdo con nuestro registro previo, los valores p no se ajustaron aquí, y los resultados se utilizaron solo para destacar los patrones principales. Las comparaciones por pares para los participantes negros e hispanos o latinos solo se realizaron si había datos suficientes (n = 30) en al menos dos tipos de defensa por escala. Los valores P de todas las comparaciones por pares se encuentran a continuación.
Tabla 8. Valores P de las Pruebas Por Pares Que Comparan la Reducción del Consumo de Productos de Origen Animal en la Muestra Completa de Participantes
Tabla 9. Valores P de las Pruebas Por Pares Que Comparan la Atención a las Etiquetas de Bienestar Animal en la Muestra Completa de Participantes
Tabla 10. Valores P de las Pruebas Por Pares Que Comparan la Búsqueda de Información Sobre el Bienestar de los Animales de Granja en la Muestra Completa de Participantes
Tabla 11. Valores P de las Pruebas Por Pares Que Comparan la Compasión Por el Sufrimiento Animal en la Muestra Completa de Participantes
Tabla 12. Valores P de las Pruebas Por Pares Que Comparan el Enfado con los Defensores en la Muestra Completa de Participantes
Tabla 13. Valores P de las Pruebas Por Pares Que Comparan la Reducción del Consumo de Productos de Origen Animal en los Participantes Negros
Tabla 14. Valores P de las Pruebas Por Pares Que Comparan la Atención a las Etiquetas de Bienestar Animal en los Participantes Negros
Tabla 15. Valores P de las Pruebas Por Pares Que Comparan la Búsqueda de Información Sobre el Bienestar de los Animales De Granja en los Participantes Negros
Tabla 16. Valores P de las Pruebas Por Pares Que Comparan la Compasión Por el Sufrimiento Animal en los Participantes Negros
Tabla 17. Valores P de las Pruebas Por Pares Que Comparan el Enfado con los Defensores en los Participantes Negros
Tabla 18. Valores P de las Pruebas Por Pares Que Comparan la Reducción del Consumo de Productos de Origen Animal en los Participantes Hispanos o Latinos
Tabla 19. Valores P de las Pruebas Por Pares Que Comparan la Atención a las Etiquetas de Bienestar Animal en los Participantes Hispanos o Latinos
Tabla 20. Valores P de las Pruebas Por Pares Que Comparan la Búsqueda de Información Sobre el Bienestar de los Animales de Granja en los Participantes Hispanos o Latinos
Tabla 21. Valores P de las Pruebas Por Pares Que Comparan la Compasión Por el Sufrimiento Animal en los Participantes Hispanos o Latinos
Tabla 22. Valores P de las Pruebas Por Pares Que Comparan el Enfado con los Defensores en los Participantes Hispanos o Latinos
Recordando la Defensa de los Animales
Preguntamos a los participantes si recordaban su reacción ante la defensa de los animales que habían experimentado. El objetivo principal era que pudiéramos hacerles preguntas de seguimiento sobre esa experiencia, evitando la posibilidad de que se inventaran las respuestas si no las recordaban. Sin embargo, esto también proporciona una indicación de lo memorable -que es distinto de la eficacia- que es cada forma de defensa. La tabla siguiente muestra el porcentaje de participantes, de los que experimentaron cada tipo de defensa, que recordaron su reacción ante ella.
Tabla 23. Porcentaje de Participantes que Recordaban su Reacción ante la Defensa
A los participantes que recordaban una experiencia reciente de defensa de los animales, también les preguntamos cómo habían llegado a experimentarla (por ejemplo, buscándola intencionadamente o encontrándola por casualidad). Como se muestra en el gráfico siguiente, la mayoría de las experiencias de defensa de los animales se produjeron por casualidad. Las notables excepciones (libros, documentales y educación en el aula de clases) tienen sentido, ya que sería más difícil encontrarse con ellas.
Figura 45. Cómo Llegaron los Participantes a Ver Cada Tipo de Defensa
En el caso de la divulgación boca a boca, las opciones de respuesta se modificaron para adaptarlas al contexto diferente de este tipo de defensa. El 53% de los participantes que habían experimentado esta forma de defensa dijeron que la otra persona sacó el tema de forma amistosa; el 27% dijo que el tema surgió por casualidad; el 8% dijo que la otra persona sacó el tema de forma poco amistosa; el 7% dijo que sacaron el tema ellos mismos; y el 5% dijo “otro” o que no lo recordaba.
Experiencias Pasadas con la Defensa de los Animales y Comportamientos Actuales
Registramos previamente análisis para comparar si había más veganos o vegetarianos (agrupando a vegetarianos y veganos) entre las personas que habían experimentado previamente la defensa de los animales en los últimos cinco años frente a las que no lo habían hecho. También registramos previamente análisis para comparar el especismo, las acciones de protección de los animales y el comportamiento de consumo relevante en el último año entre los participantes que habían experimentado previamente la defensa de los animales en los últimos cinco años frente a los que no lo habían hecho.
En concreto, se utilizó la prueba chi-cuadrado de independencia para comparar a los veganos o vegetarianos, mientras que se realizaron pruebas t de dos colas para comparar el especismo, las acciones de protección de los animales y las conductas de consumo entre las personas que habían experimentado previamente la defensa de los animales, frente a las que no lo habían hecho. Los valores P de toda la muestra se ajustaron mediante la corrección Benjamini-Hochberg para la tasa de falsos descubrimientos. Los valores P no se ajustaron para las muestras de negros e hispanos o latinos debido al menor tamaño de las muestras.
Sin embargo, no podemos deducir que estas experiencias hayan hecho que alguien se volviera vegano o vegetariano o menos especista, ya que es posible que las personas que están interesadas en reducir su consumo de productos de origen animal busquen más estas experiencias. Dado que nuestro experimento encontró que la defensa influye más positivamente en el comportamiento de los que evitan la carne que en el de los que la consumen, nos inclinamos a pensar que los análisis que se presentan a continuación reflejan la autoselección y no la causalidad per se. Por ello, estos resultados se presentan como material complementario.
Teniendo en cuenta esta advertencia, encontramos lo siguiente:
Dieta
Muestra Completa de Participantes
Como se muestra en el siguiente gráfico, había más veganos o vegetarianos entre los participantes que habían experimentado la defensa de los animales que entre los que no la habían experimentado, en todas las formas de defensa de los animales investigadas (todos los ps <0,05).
Figura 46. Porcentaje de Veganos o Vegetarianos en Toda la Muestra
Participantes Negros
Los participantes negros que habían experimentado los folletos, los documentales, las publicaciones en redes sociales o blogs, la educación en el aula de clases, los retos de evitar la carne y los libros tenían una probabilidad significativamente mayor de ser veganos o vegetarianos que los que no los habían experimentado (ps <0,05), como se muestra en el siguiente gráfico.
Figura 47. Porcentaje de Veganos o Vegetarianos Entre los Participantes Negros
Participantes Hispanos o Latinos
Los participantes hispanos o latinos que habían experimentado libros, folletos o panfletos, educación en el aula de clases, retos de evitar la carne, documentales, protestas no disruptivas, anuncios o vallas publicitarias, información educativa sobre las etiquetas de bienestar, y publicaciones en las redes sociales o en blogs, eran significativamente más propensos a ser veganos o vegetarianos que los que no los habían experimentado (ps <0,05), como se muestra en el siguiente gráfico.
Figura 48. Porcentaje de Veganos o Vegetarianos Entre los Participantes Hispanos o Latinos
Especismo
Muestra Completa de Participantes
En la mayoría de las formas de defensa, los individuos que las habían experimentado eran menos especistas que los que no lo habían hecho (ps <0,05). Sin embargo, los individuos que habían visto una protesta disruptiva, habían participado en la educación en el aula de clases o habían leído un libro sobre el sufrimiento de los animales de granja eran más especistas que los individuos que no los habían experimentado (ps <0,05), como se muestra en el siguiente gráfico.
Figura 49. Especismo en Toda la Muestra
Participantes Negros
Los participantes negros que habían recibido educación en el aula de clases o habían leído un libro eran más especistas que los que no habían experimentado estos tipos de defensa, al igual que la muestra general (ps <0,05). Pero, a diferencia de la muestra general, los participantes negros que habían leído previamente un folleto también eran más especistas que los que no habían experimentado esta forma de defensa (p <0,05), como se muestra en el siguiente gráfico.
Figura 50. Especismo en los Participantes Negros
Participantes Hispanos o Latinos
Al igual que la muestra general, los participantes hispanos o latinos que habían recibido educación en el aula de clases o habían leído un libro eran más especistas que los que no habían experimentado estos tipos de defensa, mientras que los que habían experimentado publicaciones en las redes sociales, artículos de noticias, videos gráficos y testimonios de celebridades eran menos especistas que los que no habían experimentado estos tipos de defensa (ps <0,05).
Pero, a diferencia de la muestra general, los participantes hispanos o latinos que habían leído previamente un folleto o participado en un reto de evitar la carne también eran más especistas que los que no habían experimentado estas formas de defensa (ps <0,05), como se muestra en el gráfico siguiente.
Figura 51. Especismo en Participantes Hispanos o Latinos
Protección de los Animales y Comportamiento de los Consumidores
En nuestro registro previo, planeamos construir un modelo estructural y de medición con estos dos grupos de conductas. Sin embargo, los comportamientos no estaban lo suficientemente correlacionados como para proceder a este tipo de análisis, así que en su lugar creamos una variable compuesta más básica.
Creamos puntuaciones totales para las acciones de protección de los animales y, por separado, para el comportamiento de consumo, donde un número mayor significa más comportamientos favorables a los animales.
En concreto, para la escala de acciones de protección de animales, sumamos el número de ítems favorables a los animales seleccionados (donación; petición; boicot; voluntariado) y restamos el ítem perjudicial para los animales (caza/pesca) si se había seleccionado. Para facilitar la lectura del gráfico, transformamos las puntuaciones añadiendo un valor de 2 a la puntuación de cada participante para que las puntuaciones finales fueran todas positivas (esto no afecta las diferencias entre condiciones). La escala de comportamientos del consumidor siguió el mismo proceso, pero ahí habían cinco acciones favorables a los animales (comprar carne con etiqueta de bienestar, comprar huevos con etiqueta de bienestar, consumir sustitutos de los huevos a base de vegetales, consumir productos lácteos a base de vegetales y comer alternativas a la carne a base de vegetales) y tres perjudiciales para los animales (comprar ropa que contenga productos de origen animal, comprar carne sin etiqueta de bienestar y comprar huevos sin etiqueta de bienestar).
Protección de los Animales
Muestra Completa de Participantes
En todos los tipos de defensa, los participantes que habían experimentado la defensa de los animales mostraron más acciones positivas de protección de los animales que los participantes que no la habían experimentado (ps <0,05), como se muestra en el siguiente gráfico.
Figura 52. Acciones de Protección de los Animales
Participantes Negros
A diferencia de la muestra general, los individuos negros mostraron más acciones positivas si habían experimentado la divulgación boca a boca, los videos no gráficos, los artículos de noticias, los retos de evitar la carne, los folletos, la educación en el aula de clases y los libros, con respecto a los individuos negros que no habían experimentado estos tipos de defensa de los animales (ps <0,05), como se muestra en el gráfico siguiente.
Figura 53. Acciones de Protección de los Animales en los Participantes Negros
Participantes Hispanos o Latinos
Los participantes hispanos o latinos mostraron más acciones positivas si habían experimentado la divulgación boca a boca, las protestas (disruptivas y no disruptivas), los retos de evitar la carne, los folletos, la educación sobre las etiquetas de bienestar, la educación en el aula de clases, los documentales, los anuncios/vallas publicitarias y los libros, con respecto a los que no habían experimentado estos tipos de defensa de los animales (ps <0,05), como se muestra en el siguiente gráfico.
Figura 54. Acciones de Protección de los Animales en los Participantes Hispanos o Latinos
Comportamiento de los Consumidores de Animales
Muestra Completa de Participantes
En todos los tipos de defensa, los participantes que habían experimentado la defensa de los animales mostraron más comportamientos positivos de consumo de animales que los participantes que no la habían experimentado (ps <0,05), como se muestra en el siguiente gráfico.
Figura 55. Comportamiento del Consumidor de Animales
Participantes Negros
Al igual que la muestra general, los participantes negros que habían experimentado la mayoría de las formas de defensa de los animales mostraron más comportamientos positivos de consumo de animales que los que no las habían experimentado (ps <0,05), como se muestra en el siguiente gráfico.
Figura 56. Comportamiento del Consumidor de Animales en los Participantes Negros
Participantes Hispanos o Latinos
Al igual que la muestra general, los participantes hispanos o latinos que habían experimentado la mayoría de las formas de defensa de los animales mostraron comportamientos de consumo de animales más positivos que los que no las habían experimentado (ps <0,05), como se muestra en el gráfico siguiente.
Figura 57. Comportamiento del Consumidor de Animales en los Participantes Hispanos o Latinos
Estudio 2
Procedimiento Detallado
Los participantes fueron reclutados utilizando Prolific. Para poder participar en el estudio, los participantes debían vivir en EE.UU., tener al menos 18 años y no identificarse como veganos. Al igual que en el Estudio 1, el reclutamiento continuó hasta que hubo suficientes participantes para llevar a cabo las pruebas estadísticas necesarias, como se indica en el plan de registro previo, y de nuevo nos aseguramos de tener al menos 150 participantes negros y 150 hispanos o latinos.
A los participantes que cumplían los criterios pertinentes de preselección y que superaban dos controles de atención, se les pidió que rellenaran un Cuestionario de Frecuencia Alimentaria que medía el consumo inicial de productos de origen animal. Seguidamente, se asignó aleatoriamente a los participantes a una de las 33 condiciones en un diseño factorial de 11 x 3: tipo de defensa (10 tipos + control) x mensaje (especie: gallina ponedora, peces o mezcla de animales de granja).
Tras la exposición a una forma de defensa de los animales o a un estímulo de control (de 2 minutos o menos de duración), los participantes respondieron a preguntas sobre sus creencias, actitudes e intenciones en un orden aleatorio. El experimento terminó haciéndoles a los participantes una pregunta abierta sobre su opinión acerca de los defensores de los animales, e información demográfica.
A los participantes se les pagó 2 dólares por participar en este experimento, y otros 0,40 dólares por la encuesta de seguimiento.
Piloto
Probamos previamente 44 materiales de defensa diferentes en Prolific. Esto incluía los 10 tipos de defensa y la condición de control de nuestro experimento, pero en cuatro especies diferentes: vaca lechera, gallina ponedora, pez y una mezcla de diferentes animales de granja. Medimos las características de la defensa que podrían haber afectado el comportamiento o actitudes de las personas en nuestro experimento (por ejemplo, la “ternura” de los animales representados, la valencia del entorno en los videos y el nivel de confrontación provocado por la defensa). Para más detalles, por favor consulta nuestro registro previo para el experimento, donde describimos los resultados del piloto en la sección Variables Manipuladas.
Los objetivos del piloto eran examinar las similitudes y diferencias en las características de los materiales, con la intención de mantenerlos lo más parecidos posible en todas las condiciones, y seleccionar tres de las cuatro especies objetivo para el experimento. Decidimos excluir la condición de la vaca lechera en parte porque era menos similar a los otros estímulos en varios casos, y en parte debido a un impacto potencialmente menor.
Criterios de Exclusión
Los criterios de exclusión de los participantes se definieron en nuestro registro previo. Los participantes eran automáticamente excluidos del estudio si indicaban que eran veganos.
Los casos se excluyeron tras la recolección de datos si se cumplía UNA de las siguientes condiciones:
- El ID del participante era un duplicado de otro en el archivo, en cuyo caso nos quedábamos con la respuesta completa más antigua;
- El caso estaba incompleto (es decir, el participante no terminó la encuesta);
- Una respuesta abierta de varias palabras no triviales era un duplicado exacto de otra respuesta en el archivo, lo que implicaba copiar y pegar;
- Seleccionaron “teléfono” en una lista de alimentos*; o
- Seleccionaron “neumático” en una lista de alimentos*;
Los participantes fueron excluidos tras la recolección de datos si se cumplían DOS de las siguientes condiciones:
- No superaron un control de calidad en un ítem abierto (lo que ocurre si tiene una gramática muy pobre, es ininteligible, es muy torpe o no responde a la pregunta); o
- Completaron la encuesta en menos de un tercio del tiempo medio
* Hay que tener en cuenta que los participantes fueron excluidos erróneamente del estudio si no superaban uno de los dos controles de atención, lo que dio lugar a unos criterios de exclusión más estrictos de lo previsto.
Método de Análisis Detallado
Efectos de la Defensa de los Animales
Para cada variable de resultados, realizamos modelos de regresión lineal (para las puntuaciones compuestas o las porciones de productos de origen animal) o modelos de regresión logística (para el compromiso de dieta y la firma de una petición). Para cada modelo, la variable de predicción clave fue el tipo de defensa (11 niveles: 10 condiciones de defensa, y el control como nivel de referencia), al tiempo que se controlaba la especie objetivo (3 niveles: gallina ponedora, peces y mezcla de animales de granja), que se codificó por efecto. Para el modelo que predecía el consumo de productos de origen animal dos semanas después del tratamiento, controlamos además las porciones de productos de origen animal iniciales (como una covariable centrada). Para todos estos modelos, corregimos para pruebas múltiples utilizando la corrección de Benjamini-Hochberg para la tasa de falsos descubrimientos (es decir, la corrección FDR) en los diez contrastes para el tipo de defensa.
También exploramos la interacción entre el tipo de defensa (conjunto de control establecido como referencia) y la dieta reportada por los participantes (cada grupo de consumidores de carne y de personas que la evitan establecido como referencia) para todas las variables de resultados utilizando análisis de regresión. Como se ha mencionado anteriormente, los valores P no se ajustaron aquí, ya que se trataba de análisis exploratorios y la aplicación de correcciones al subconjunto de los que evitan la carne (n = 605) limitaría sustancialmente nuestra capacidad de encontrar efectos útiles.
Efectos de las Especies Objetivo
Por último, ejecutamos modelos de regresión adicionales en los que se codificó por efecto el tipo de defensa, y la especie se codificó de forma ficticia (con una mezcla de animales de granja como nivel de referencia) para explorar el efecto de las especies objetivo en todas las variables de resultados. En todos estos modelos, corregimos para pruebas múltiples utilizando la corrección de Benjamini-Hochberg para la tasa de falsos descubrimientos en los dos contrastes para las especies.
Asimismo, también exploramos la interacción entre el tipo de defensa (el control establecido como la referencia) y la especie (cada especie establecida como la referencia) para todas las variables de resultados. Aquí, los contrastes entre cada tipo de defensa y el control se estratificaron por especies. Se corrigieron los valores P, ya que había 30 contrastes por comportamiento de resultado.
Efecto de las Características de los Participantes
Para explorar si todas nuestras mediciones de los resultados estaban influenciadas por las características demográficas de los participantes, realizamos modelos de regresión separados por variable demográfica, al tiempo que incluíamos el tipo de defensa y la especie en los modelos (ambos codificados por efecto). En los modelos que predecían el consumo de productos de origen animal en el seguimiento, se controló además el consumo de productos de origen animal inicial. También ejecutamos modelos de regresión con todas las variables demográficas juntas como variables predictoras, para comprender mejor qué características demográficas son las que más influyen en la predicción de nuestras mediciones de los resultados cuando se ajustan entre sí.
También exploramos las interacciones entre el tipo de defensa y la edad, los ingresos, el género, la educación y la afiliación política, ejecutando modelos separados con la inclusión de estos términos de interacción. Aquí, el control se estableció como la referencia para el tipo de defensa, mientras que el mensaje se codificó por efecto.
Para explorar la interacción entre el tipo de defensa y el origen étnico, observamos si la inclusión de este término de interacción mejoraba aún más el ajuste del modelo en comparación con los modelos de efecto principal, y si lo hacía, interpretábamos los resultados. Este análisis se hizo de forma diferente, ya que la etnia era una variable categórica con seis niveles.
Los valores P no se ajustaron aquí, ya que se trataba de análisis exploratorios.
Respuestas a la Defensa de los Animales
Para investigar si la dieta reportada por los participantes predecía las respuestas de las personas a la defensa, realizamos análisis de regresión en los que cada respuesta era la variable de resultado y las variables predictoras eran la dieta reportada por los participantes (la de los que evitan la carne como la referencia), el tipo de defensa (codificada por efecto) y la especie (codificada por efecto).
Además, exploramos si las respuestas de los participantes a la defensa de los animales predecían nuestros tres comportamientos clave de resultados (consumo de productos de origen animal, compromiso de dieta y petición) mediante análisis de regresión. Las variables predictoras fueron la respuesta específica a la defensa, el tipo de defensa (codificada por efecto) y la especie (codificada por efecto). En los modelos que predecían el consumo de productos de origen animal en el seguimiento, controlamos el consumo inicial (como una covariable centrada).
Los valores P no se ajustaron aquí, ya que se trataba de análisis exploratorios.
Análisis de Sensibilidad
Realizamos dos tipos de análisis de sensibilidad en nuestro experimento, tal y como estaba estipulado en nuestro registro previo. En primer lugar, volvimos a ejecutar todos los modelos principales que investigaban los efectos de la defensa de los animales, excluyendo a los participantes que vieron menos de la mitad del video (para las condiciones de video), según lo registrado por el temporizador de Qualtrics. Esto nos permitió observar si los resultados serían más fuertes si éstos solo incluyeran a las personas que obtuvieron el efecto completo de los videos de defensa. Sin embargo, seguía sin haber diferencias significativas entre los participantes que experimentaron la defensa de los animales y los que estuvieron en la condición de control en ninguna de las variables dependientes.
Además, volvimos a ejecutar todos los modelos principales comparando la condición de protesta no disruptiva con la condición de control, excluyendo las condiciones de los huevos. Esto se hizo para examinar si los resultados se veían influenciados por el hecho de que la protesta sobre los huevos no disruptiva fuera demasiado disruptiva, como se identificó durante la prueba piloto. Sin embargo, no hubo diferencias significativas entre los participantes que experimentaron la protesta no disruptiva y los que estuvieron en la condición de control en ninguna de las variables dependientes, tras eliminar los estímulos relacionados con los huevos de gallina.

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