El cereal (menos) favorito de la leche: El impacto de Oatly en los productos lácteos
This summary was translated into Spanish by Vegan Linguists. You can view the English version here.
Creada por los hermanos Öste en 1994, Oatly se ha convertido en un nombre muy conocido en gran parte de Europa y Norteamérica. Rickard Öste, entonces investigador de la Universidad de Lund, se dio cuenta de que cada vez más personas reducían su consumo de productos lácteos tradicionales, debido a la intolerancia a la lactosa, o a la preocupación por el bienestar animal y la sostenibilidad. En este cambio, los hermanos vieron una oportunidad: las primeras alternativas a los productos lácteos se basaban principalmente en la soja y el arroz y no tenían el mismo sabor que la leche de vaca. Además, otras leches de origen vegetal (como la de almendras y la de coco) tenían sus propios problemas de bienestar animal y de sostenibilidad.
Al reducir las emisiones de CO2 y eliminar los productos de origen animal, el objetivo de Oatly es hacer algo más que meramente imitar los productos lácteos. De este modo, la empresa trata de abordar los cuatro principales retos de la industria alimentaria: problemas de salud, preocupaciones medioambientales, seguridad alimentaria y bienestar animal.
Los supuestos beneficios de la leche para la salud se encuentran en una situación inestable. Por ejemplo, se calcula que el 68% del mundo es intolerante a la lactosa, y en China la malabsorción de la lactosa afecta a casi el 100% de la población. A pesar del estereotipo de que la leche está relacionada con la fuerza y la salud ósea, estudios científicos recientes no encuentran una correlación fiable. Además, los nutrientes que suelen asociarse a la leche, como el potasio, el calcio y la vitamina D, se añaden a posteriori, durante su procesamiento. Por lo tanto, no hay razón para que no se puedan obtener estos nutrientes a partir de alternativas de origen vegetal. Por otra parte, muy pocas personas son alérgicas o no pueden digerir la avena, y como Oatly enriquece sus alternativas lácteas con potasio, calcio y vitamina D, tiene un perfil nutricional muy similar al de la leche de vaca.
Además de abordar los problemas de salud humana, Oatly también aborda la sostenibilidad medioambiental. Las industrias de la leche y de la carne representan por sí solas casi el 9% de todas las emisiones de gases de efecto invernadero, la mayoría de las cuales proceden del metano. Aunque otros tipos de leche de origen vegetal tienen un coste medioambiental mucho menor que los productos lácteos tradicionales, también tienen claros inconvenientes. Los cocos, por ejemplo, suelen ser cosechados por monos que se ven obligados a trepar a los árboles para recogerlos. El monocultivo y la deforestación son problemas importantes relacionados con la producción de soja, aunque gran parte de la deforestación se debe a la soja cultivada para alimentar a las vacas usadas por la industria de la carne. Las almendras requieren enormes cantidades de agua y suelen cultivarse en zonas propensas a la sequía, como California. En comparación, la avena requiere relativamente poca agua y puede cosecharse de forma más sostenible y humana.
Como ya se ha dicho, el bienestar de los animales es otro tema en el que Oatly se posiciona. Las vacas reciben un trato terrible, sobre todo en Estados Unidos. En comparación con lo que sucedía 50 años atrás, la producción de leche en EE.UU. casi se ha duplicado, pero la salud y el bienestar de las vacas se han deteriorado drásticamente. La leche de avena evita por completo este problema, como pone de manifiesto una popular ilustración de Oatly que muestra a las vacas eliminadas de la ecuación.
La inseguridad alimentaria es el cuarto componente de la misión de Oatly. Más de dos mil millones de personas viven actualmente en estado de inseguridad alimentaria, casi todas ellas en países en desarrollo. A medida que estos países se enriquecen, la gente que vive en ellos probablemente comerá más productos animales, ya que los productos animales se consideran a menudo como símbolos de estatus. Sin embargo, esto no hará más que agravar los problemas de salud, medio ambiente y bienestar animal antes mencionados. Para los defensores de los animales, esto debería ser especialmente preocupante.
Sin embargo, hay motivos para aún tener esperanza. Los autores comentan el rápido ascenso de Oatly y cómo la marca ha conquistado los corazones (y las billeteras) de los consumidores desde su lanzamiento en los años 90. Por ejemplo, ha tomado decisiones comerciales eficaces, como asociarse con cafeterías de alto nivel cuando se lanza en nuevos países, junto con eslóganes publicitarios inteligentes y campañas publicitarias ingeniosas y accesibles. La marca fue la primera en añadir sus cifras de impacto climático en sus envases, y cuando fue atacada por la industria láctea sueca por ser leche “falsa”, aceptó las críticas como gancho para futuras campañas publicitarias. Estas tácticas han despertado la curiosidad por la leche de avena entre los flexitarianos y los consumidores de carne, dos grupos a los que no suelen dirigirse las alternativas lácteas.
