Nadar hacia la compasión en la acuicultura
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Los partidarios de la acuicultura suelen presentarla como una alternativa sostenible y fiable a la captura de animales acuáticos salvajes. Desde el año 2000, la industria de la acuicultura ha crecido de forma espectacular, superando incluso la escala de la cría de animales terrestres. Aunque la acuicultura ha sido criticada por sus amenazas para el bienestar humano y el medio ambiente, a los autores de este artículo les preocupa que la industria crezca tan deprisa que la investigación sobre el bienestar animal no pueda seguirle el ritmo. En otras palabras, es posible que muchos animales estén sufriendo dentro de una industria que no sabe nada sobre sus necesidades de bienestar.
Por si fuera poco, muchos animales acuáticos poseen habilidades impresionantes, como la capacidad de resolver rompecabezas, utilizar herramientas, sentir dolor y tener personalidad. Dado que la acuicultura es una industria de reciente expansión, los autores afirman que los animales acuáticos de granja no se han adaptado a la vida en cautividad como lo han hecho muchos animales terrestres. También se han detectado altos índices de enfermedades y deformidades entre estos animales. Los estudios sobre bienestar que existen sugieren que los animales acuáticos de granja experimentan un sufrimiento extremo durante toda su vida.
Para examinar mejor los posibles riesgos para el bienestar de la acuicultura mundial, este artículo combinó datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (Food and Agriculture Organization, FAO) con información biométrica de FishBase para estimar la diversidad y la cantidad total de animales acuáticos de granja producidos en 2018. Los autores también realizaron una búsqueda bibliográfica para comprender cuánta literatura sobre bienestar animal hay disponible sobre las especies que se crían.
Los autores descubrieron que en 2018 se criaron más de 82 millones de toneladas métricas de animales acuáticos que comprenden al menos 408 especies diferentes. Esto se traduce en hasta 408 mil millones de animales individuales, incluidos 59 a 129 mil millones de vertebrados y 91 a 279 mil millones de invertebrados.
En cuanto a la investigación sobre el bienestar animal, determinaron que solo 25 de las 408 especies tenían al menos cinco publicaciones que abordaban su bienestar, lo que deja más de 383 especies con poco o ningún conocimiento sobre sus necesidades de bienestar. Los animales terrestres de cría tradicional solo utilizan unas 20 especies diferentes, y cada una de ellas cuenta con publicaciones sustanciales sobre su bienestar (aunque, en la práctica, sigan sufriendo en la industria agraria). Los autores sostienen que la falta de investigaciones sobre el bienestar de los animales acuáticos puede considerarse una señal de alarma, que sugiere graves amenazas para su bienestar.
Para concluir, los autores sugieren que se necesita más investigación para formar políticas de bienestar animal basadas en pruebas que protejan a los miles de millones de animales utilizados en la acuicultura. Mientras tanto, los intentos actuales de acuicultura deberían centrarse en especies de bajo riesgo que tengan menos probabilidades de sufrir en confinamiento (por ejemplo, las algas).
También advierten a los consumidores e investigadores que no confundan la salud biológica o la calidad de la producción con el bienestar, señalando que la capacidad de un animal para crecer en un entorno no indica necesariamente que las condiciones sean buenas. Por el contrario, un bienestar adecuado debería tener en cuenta la salud psicológica, tan importante como la biológica, a la hora de diseñar un enfoque holístico del bienestar.
Aunque muchos defensores de los animales se oponen a la acuicultura, su prohibición no se producirá de la noche a la mañana. Por ello, el análisis de los autores es útil para esbozar formas de mejorar el trato de los animales acuáticos de granja hasta que podamos hacer la transición a un sistema más humano. Como sugieren los resultados, hay una gran falta de investigación en este campo, y es probable que miles de millones de animales sufran por ello. Los defensores de los animales pueden utilizar esta información para poner de relieve lo mucho que desconocemos y pedir que se impongan restricciones a la acuicultura hasta que sepamos más.
https://doi.org/10.1126/sciadv.abg0677