Perspectivas de la industria del cangrejo de caparazón blando
This post has been translated from English to Spanish. You can find the original post here. Thanks to Tipping Point Private Foundation for generously funding this translation work.
Si revisa el menú de un restaurante de mariscos, probablemente notará la opción “cangrejo de caparazón blando”. Si bien estos animales se comercializan ante los consumidores como productos de lujo saludables y ricos en proteínas, la industria está causando un daño significativo a las poblaciones de cangrejos nadadores silvestres.
Este informe analiza los problemas y desafíos actuales asociados con la producción de cangrejos de caparazón blando. Los autores exploran la cadena de suministro global, los métodos comerciales y si la acuicultura es una alternativa a los métodos de captura silvestre. Aunque está escrito para una audiencia a favor de los mariscos, los defensores de los animales acuáticos pueden encontrar información útil para sus campañas.
Los cangrejos de caparazón blando son cangrejos nadadores que alcanzan un precio más alto porque se pueden consumir con el caparazón, también conocido como exoesqueleto. Sin embargo, deben ser capturados y consumidos en su “etapa previa a la muda”, es decir, antes del endurecimiento del exoesqueleto. Cuanto más duro sea el exoesqueleto, menos valioso será el cangrejo en el mercado.
Vender cangrejos de caparazón blando es una empresa rentable. Los mercados en línea venden estos animales entre $3,50 y $10 por unidad. Además, se sabe que los restaurantes cobran $75 o más por un solo animal. El Internet se ha utilizado cada vez más como herramienta primaria de comercialización, ya que reduce la distancia y acelera las negociaciones entre productores y comerciantes globales.
La demanda de cangrejo de caparazón blando supera ahora la oferta. Los autores afirman que, al mantener el ritmo de la demanda de los consumidores, la industria está causando problemas ecológicos. Cerca del 73.5 % de los cangrejos nadadores a escala comercial son capturados en el medio silvestre y la mayoría de las pesquerías consiguen cangrejos mediante procesos de arrastre o captura. Las poblaciones de cangrejos silvestres también están sufriendo otros impactos asociados con la actividad humana, en particular el cambio climático, la contaminación y la presión de la pesca comercial. Como resultado, las compañías exportadoras tienen cada vez más dificultades para conseguir cangrejos nadadores en su etapa previa a la muda. Los autores sostienen que la dependencia de la industria de la captura silvestre de animales es insostenible.
La acuicultura se ha propuesto como una alternativa viable a los cangrejos nadadores capturados en el medio silvestre. Sin embargo, las investigaciones actuales sugieren que no resuelve todos los problemas ambientales de la industria, ya que muchos sistemas de acuicultura todavía dependen de la captura silvestre de animales. La producción acuícola también expone a los cangrejos nadadores al riesgo de contraer virus patógenos como el reovirus.
Según los autores, estos factores, combinados con el alto costo y el hecho de que la tecnología de incubación y cría aún está poco desarrollada, lo que significa que la acuicultura no puede competir con los productores de captura silvestre. Para incrementar la acuicultura de cangrejos, los autores sostienen que es necesario volverse más eficiente minimizando el canibalismo, mejorando la nutrición de los cangrejos, reduciendo las enfermedades y desarrollando tecnologías de cultivo más eficientes. Los defensores de los animales deberían considerar estos asuntos, ya que también aluden a graves amenazas para el bienestar de los cangrejos en la industria de la acuicultura.
Los autores recomiendan que las partes interesadas, como investigadores, reguladores y líderes de la industria, colaboren para reducir algunos de los daños de la industria del cangrejo de caparazón blando. Por ejemplo, recomiendan desarrollar métodos de pesca que eviten la captura incidental. En última instancia, sin embargo, desde una perspectiva de defensa, los consumidores deben ser conscientes de que su cangrejo de caparazón blando no solo es un producto costoso del menú, sino también un miembro de una población ecológicamente sensible y sobreexplotada.
https://doi.org/10.1007/s10499-017-0183-5