Estadísticas y Gráficos del Sacrificio Mundial de Animales: Actualización de 2022
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En 2020, publicamos un blog exhaustivo en el que se analizaba el número de animales sacrificados en el mundo para la alimentación cada año, basándonos en los datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación que se habían publicado hasta el 2018. Este blog presenta gráficos actualizados del mismo conjunto de datos, utilizando las últimas cifras de 2019 y 2020.
Al igual que como en el 2020, los grupos de animales en los que nos centramos son las vacas, los pollos, los cerdos, las ovejas y los peces. Los datos de los animales terrestres forman parte de la base de datos FAOSTAT de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). Por su parte, los datos sobre el pescado se han extraído de la base de datos “Producción Mundial por Fuente de Producción 1950-2020”, la cual puede encontrarse en FishStatJ, el programa informático para la pesca y la acuicultura de la FAO. Como ha ocurrido tradicionalmente, la base de datos FAOSTAT cuenta los animales terrestres por animal individual sacrificado, pero este no es el caso de los peces, los cuales se cuantifican por peso vivo (las unidades son toneladas o kilogramos). Para evitar confusiones o comparaciones inexactas, hemos optado por incluir una serie temporal separada para el pescado, la cual puede encontrarse en la segunda pestaña de los gráficos de líneas interactivos.
Es fácil notar que los pollos son, por mucho, el animal terrestre más sacrificado, seguido de los cerdos, las ovejas y las vacas. Puede parecer que esto no corresponde con la representación visual, porque la línea de los pollos es la más baja del gráfico. Sin embargo, como los pollos se sacrifican en cantidades tan grandes, cada unidad de medida cuenta por 1.000 individuos -así es también como la FAO de la ONU presenta sus datos-. Si presentáramos los datos de los pollos sin este ajuste, todas las demás medidas de los animales se aplanarían proporcionalmente en la parte inferior del gráfico, y solo sería legible la línea de los pollos. Así de marcada es la diferencia en las cifras.
También es fácil ver una anomalía en los datos: un importante descenso en el número de cerdos sacrificados en todo el mundo, de unos 141 millones de ejemplares en 2019, atribuible a Asia en particular. Hubo un importante brote de peste porcina en Asia en 2018/2019, lo que podría servir de explicación. Sin embargo, ha sido difícil rastrear las cifras oficiales. Artículos de prensa como este han señalado que el brote y el sacrificio resultante fueron lo suficientemente importantes como para que los precios mundiales de la carne de cerdo aumentaran un 40 %, y que los países estaban sacrificando porcentajes significativos de sus piaras totales -Vietnam, por ejemplo, sacrificó alrededor del 6 % de los cerdos del país. Por otra parte, este estudio estimó que el brote y el sacrificio supusieron unas pérdidas económicas para China que ascendieron al 0,78 % de todo el PIB de ese país, y que es probable que las cifras oficiales reporten números más bajos que los reales por diversas razones. De hecho, el sacrificio de cerdos para la alimentación en China disminuyó un 21 % de 2018 a 2019, seguido de un aumento del 30 % de 2019 a 2020 (o un aumento del 3 % de 2018 a 2020). En otras palabras, para el 2020, el sacrificio de cerdos ha retomado su tendencia al alza.
En total, el número de vacas, pollos, cerdos y ovejas sacrificados en 2020 fue de 73.162.794.213 — un aumento del 2,8 % respecto a 2018, año en el que la cifra fue de 71.145.623.131 — pero en realidad un descenso del 2 % respecto a 2019, cuando la cifra fue de 74.669.379.926. Durante el periodo 2018-2020, la población mundial aumentó un 2,13%.
A través de esto, podemos observar que el consumo per cápita de ovejas y pollos está aumentando ligeramente desde nuestra última actualización en 2018, mientras que el consumo per cápita de vacas tiende a la baja. Por otro lado, el consumo de cerdo per cápita ha vuelto a subir, pero sigue estando por debajo de los niveles de 2018.
Pensamos que podría ser interesante y valioso deconstruir estas series temporales, para tener una idea de en qué parte del mundo se sacrifican más los distintos grupos de animales. Para ello, hemos realizado un gráfico de áreas apiladas para los distintos continentes para cada grupo de animales. Obsérvese que los diferentes grupos de animales se encuentran en las diferentes pestañas del gráfico. Debido a la naturaleza de los gráficos de área apilados, es útil alternar los continentes que se muestran haciendo clic en ellos en la leyenda que hay debajo de los gráficos. Esto permite ver los resultados de cada continente por separado, y con mayor claridad.
El aspecto más evidente y más alentador que se puede observar es que, para todos los animales, excepto los cerdos y las ovejas, las cifras absolutas en casi todos los continentes tienden a la baja. Esto no significa que vayan a seguir necesariamente esa tendencia -dos años de datos no son suficientes para afirmarlo-, pero la dirección es alentadora. Al igual que en informes anteriores, Oceanía reporta una gran parte de las ovejas sacrificadas en todo el mundo, a pesar de ser, por mucho, el continente menos poblado. Por último, aunque en los últimos años se ha observado una tendencia general al alza en el sacrificio de pescado en todo el mundo, atribuible principalmente a Asia, hay algunos indicios de que el sacrificio de pescado en Asia y Oceanía puede estar estabilizándose, mientras que el sacrificio en otros continentes tiende generalmente a la baja. La clara excepción es África, donde el sacrificio de pescado está en ascenso general, a pesar de un pequeño descenso en 2020.
En este punto, merece la pena observar las cifras per cápita -y es importante reconocer aquí que para este gráfico, y los que siguen (así como para todos los gráficos de este artículo), estamos describiendo el sacrificio, no el consumo. Puede parecer extraño que ciertos países o continentes sacrifiquen tantos individuos de una especie específica, pero muchas de estas aparentes anomalías se deben al hecho de que un determinado país puede ser un gran exportador de un particular producto animal.
Si observamos el gráfico de áreas apiladas para las vacas, Oceanía sigue estando muy por delante en el sacrificio per cápita. El gráfico de los pollos muestra, una vez más, que en todos los continentes se sacrificaron más pollos por ciudadano, con América muy lejos a la cabeza, seguida de Oceanía y Europa. Si consideramos el gráfico de los cerdos, podemos ver que el sacrificio de cerdos per cápita tiene una tendencia general al alza en África y Europa, mientras que la tendencia americana es mayoritariamente plana, y Oceanía parece estar descendiendo. Asia sufrió ese importante descenso en el sacrificio de cerdos, pero está volviendo a subir, quizás continuando la tendencia al alza de las últimas dos décadas. En cuanto a las ovejas, una vez más las cifras per cápita de Europa, Asia, América y África se ven eclipsadas por las de Oceanía, y todos los continentes parecen tener una tendencia a la baja per cápita, excepto Asia.
Por último, observando el gráfico de áreas apiladas para el pescado, la cantidad per cápita de pescado sacrificado en América, que siempre ha sido muy errática, parece tener una tendencia lentamente descendente, mientras que en los demás continentes parece haber una tendencia más estable. Otra excepción es Asia, donde hay indicios de un descenso per cápita.
Podemos deconstruir aún más estas series temporales desglosando los continentes en países. Para representar la distribución del número de animales sacrificados en los distintos países de la forma más clara posible, hemos optado por utilizar mapas porcentuales interactivos.
Si observamos cualquiera de las diferentes especies, podemos ver que unos pocos nombres dominan estas cifras absolutas: China -lo que tiene sentido por su tamaño-, así como Estados Unidos y Brasil. En el caso de algunas especies, vemos más diferencias regionales: Indonesia y Perú registran un sacrificio de pescado muy elevado, Australia y Nueva Zelanda están cerca de los primeros puestos en el sacrificio de ovejas, e Indonesia también está cerca de los primeros puestos en el sacrificio de pollos. Mientras tanto, China domina en el sacrificio de cerdos, y Argentina y Pakistán aparecen a la cabeza en el sacrificio de vacas.
Ahora veremos si los países que tienen un elevado número absoluto de animales sacrificados también tienen un elevado número per cápita, utilizando gráficos corregidos por el tamaño de la población.
Con las cifras ajustadas para reflejar la relación con la población, países como China, Brasil y Estados Unidos desaparecen del panorama. Nueva Zelanda domina el sacrificio de vacas (cada año se sacrifica casi una vaca por habitante). Israel, Bielorrusia y Guyana lideran el sacrificio de pollos per cápita. Dinamarca es el país que más cerdos sacrifica per cápita (casi 3 cerdos al año por habitante), seguido de España y Países Bajos. El mapa porcentual del pescado per cápita está dominado por las Islas Malvinas, Nauru y Groenlandia.
Una desventaja de utilizar estos gráficos es que dan principalmente una buena idea de la cola superior de la distribución de los países, mientras que los países con menor número de sacrificios prácticamente desaparecen. Los gráficos interactivos del mapa del mundo que aparecen a continuación ofrecen representaciones absolutas y per cápita, para que los lectores puedan encontrar fácilmente los datos de un país específico. También se puede pasar el ratón por encima de la distribución de la leyenda para ver qué países se encuentran en esa parte específica de la distribución.
Como hemos comentado en ediciones anteriores de esta serie, los datos de la FAO son útiles y únicos porque ofrecen una perspectiva global del número de animales sacrificados en un marco temporal longitudinal. Dicho esto, los datos no están exentos de críticas.
También es importante señalar que, aunque estas cifras nos dan una idea de qué está ocurriendo en términos de sacrificios de animales, no nos dicen por qué. En otras palabras, no siempre podemos especular sobre por qué determinados animales han experimentado un descenso o un aumento de los sacrificios de un año a otro, o por qué un país domina sobre otro. Tampoco podemos comentar cómo influyeron en estos datos fenómenos globales como el COVID-19, si es que lo hicieron. En cualquier caso, esperamos que los defensores de los animales puedan utilizar la información para orientar las áreas de interés de sus campañas en los próximos años.
