Cuando Una Dieta No Solo Se Trata De Ti
[This post has been translated from English to Spanish. You can find the original post here.]
Todos hemos estado ahí: realizamos un cambio de dieta por una u otra razón, e inevitablemente, nos encontramos cayendo en viejos hábitos. Este estudio intenta dar respuesta a una pregunta fundamental acerca de las dietas: ¿cómo pueden algunas personas comprometerse mejor con una dieta? ¿Depende del individuo, del tipo de dieta, o hay algo más?
En este estudio exploratorio, se les pidió a los participantes que se categorizaran a sí mismos en uno de los siguientes grupos de “dietas restrictivas”: vegetariano, vegano, paleo, libre de gluten, o de pérdida de peso. Después se les preguntó sobre su compromiso con su dieta (o qué tan frecuentemente habían “sucumbido” en el pasado reciente). También se les preguntó qué es lo que consideran que les hace más fácil o más difícil conservar su dieta, así como preguntas sobre su persona (pronósticos).
Los investigadores evaluaron tanto la continuidad subjetiva como la medible -cómo la gente se percibe vs. cómo actuaban en realidad- respecto a la dieta mediante cuestionarios. Sorpresivamente no hubo una fuerte relación entre ambos, y por esa razón los investigadores llevaron a cabo los análisis de manera separada. (Por ejemplo, los veganos tuvieron mayor puntaje en la continuidad medible que en la que ellos mismos reportaban -subjetiva-, mientras que el grupo libre de gluten reportó una mayor continuidad de manera subjetiva a la que los investigadores observaron).
Los investigadores también examinaron los pronósticos de continuidad a una dieta: personalidad (autocontrol; comer por un impulso emocional; y una variante del Modelo de los Cinco Factores), salud mental (desorden alimenticio, depresión, ansiedad y síntomas de estrés), factores motivacionales (motivación dietética; fundamentos morales); identificación social con un grupo dietario, y auto-eficacia (la creencia de que se tiene la habilidad de manejar diferentes situaciones).
Por último, se les pidió a los participantes que respondieran de manera abierta una pregunta sobre qué creían que les hacía más fácil mantenerse en su dieta (facilitadores), y qué les resultaba más difícil hacerlo.
El estudio muestra que, en promedio, a través de los grupos dietarios, los participantes consideran a las preocupaciones éticas, su propia salud y su nivel de consciencia como facilitadores. Mientras que los factores que complican más su continuidad a una dieta eran en mayor frecuencia, la inconveniencia o falta de voluntad.
Los participantes que declararon seguir una dieta vegana tenían mayor probabilidad de apegarse a su patrón alimenticio que los participantes siguiendo una dieta vegetariana, paleo, o libre de gluten (incluyendo a los participantes celíacos). El grupo con una dieta para bajar de peso resultó el menos probable de apegarse a su dieta.
Adicionalmente, los veganos eran más propensos a mencionar preocupaciones éticas e identidad como factores que facilitaban su continuidad a su dieta. Fue el grupo que menos mencionó la conciencia y la pérdida de peso como facilitadores. También fueron los que menos reportaron experimentar dificultades para seguir su tipo de dieta o falta de voluntad para hacerlo. Finalmente, los veganos tuvieron mayores niveles de autoeficacia y de identificación social con su grupo que lo que tuvieron otros grupos.
En el modelo final, se mostró que los pronósticos de continuidad que predominaban en todas las dietas eran la autoeficiencia y la identificación social. El control de peso y la motivación sobre el estado de ánimo (comer para sentirse mejor) eran factores de riesgo para la continuidad de los patrones alimentarios, nuevamente en todas las dietas.
Parece ser que para los veganos, la dieta estaba entrelazada con su identidad social y su sentimiento de pertenencia a un grupo, lo que los empoderaba a comprometerse con su dieta. Los investigadores sugieren que “cuando un patrón dietético se convierte en una parte positiva y significativa de la identidad de uno, la continuidad no es más un deber […], sino que se convierte en una promulgación de los valores propios; una expresión del yo”.
Los grupos de poca continuidad (pérdida de peso y paleo) indicaron que su motivación principal era su bienestar, por lo que confiaron en su fuerza y moderación personal. Aún cuando el grupo de pérdida de peso declare que usan la pérdida de peso como motivación para dar seguimiento a una dieta, los resultados mostraron que esto puede tener un efecto contraproducente.
Una limitante de este amplio estudio exploratorio, era que la muestra era bastante homogénea: la mayoría jóvenes, relativamente sanas, mujeres caucásicas. Esto probablemente explica por qué la demografía no se asoció con ninguna variación en la continuidad de la dieta. Esto también significa que podemos ser un poco escépticos sobre si los mismos pronósticos sobre dar seguimiento a una dieta pueden aplicar a una población más diversa. Aún más, este estudio dependió de la honestidad de los participantes sobre su comportamiento alimenticio pasado tanto en el seguimiento “medible” así como en el “subjetivo”, que no es necesariamente confiable.
Sin embargo, el estudio dio unos primeros pasos al examinar si la auto-eficacia, además de considerar la dieta como parte de nuestra identidad social podría ser el “secreto” hacia porqué nos apegamos más a nuestra dieta más que otras. Los defensores que trabajan en modelos de cambio alimenticio pueden considerar estos hallazgos en sus mensajes.
https://www.mdpi.com/2072-6643/12/4/970
